Luego de almorzar en nuestro lugar favorito, emprendimos la caminata hasta la galería donde se encontraba el cine. En el camino, pasamos por una de esas famosas cafeterías “Havanna” de donde sale un rico olorcito a chocolate y café recién preparado. El Profe se paró frente al negocio y me preguntó:
–Loli… ¿Te gustaría llevar algo para comer en el cine?
–Si, Papi. ¿Qué me vas a comprar?
–Esperame acá.
Entró y al ratito estuvo nuevamente conmigo y me entregó una bolsita. Cuando miré que adentro había dos conitos de chocolate rellenos de dulce de leche, se me hizo agua la boca y le pregunté:
–Mi amor… ¿Cómo sabías que me encantan estos bocaditos?
–Porque te conozco, Princesita.
Lo abracé colgándome de su cuello y le di un gran beso.
–¡Gracias, Papi! ¡Gracias por el detalle!
–De nada, mi vida.
Seguimos caminando y entramos en la galería. Íbamos conversando animadamente del argumento de la película que íbamos a ver. De repente, se paró frente a una vidriera llena de esos muñequitos tipo duendes, hadas y demás personajes ficticios y de cuentos de hadas.
Nos quedamos mirando y tomándome de la mano me hizo entrar al local que por dentro estaba muy bien ambientado y con olor a sahumerio.
Recorrió con la vista los estantes y se quedó mirando un duendecito de lo más tierno.
–¿Te gusta ése, Loli?
–¡Me encanta!
Me lo compró y cuando salimos me dijo:
–Es un duendecito de los deseos…
–¿En serio?
–Si. Vos le pedís algo y él te lo cumple.
Lo miré con una sonrisa pícara y le comenté:
–Entonces ya sé que voy a pedirle.
Tomados de la mano, llegamos al cine.
Lo más lindo de ese día fue que el recorrido hasta allí estuvo plagado de detalles. Y eso es lo que vale, lo que hace al verdadero amor: los pequeños detalles.
Desde ese día el duendecito me acompaña en mi mesita de luz y lleva cumpliendo todos mis deseos…
Lolita.
Hola,saludos desde México, no saben como me gusta este blog, creo que ya lo siento mi hogar, jaja.
ResponderEliminarQue hermoso que sepas y puedas disfrutar de los pequeños detalles, y ojala tu duendecito, te cumpla el deseo de seguir mucho mucho con el profe.
cuidense los dos
¡El duendecito!
ResponderEliminarQue se te cumplan todos los deseos que le pedís a este duende travieso.
Besos. (¡Muack, Chuick!)
Tu Profesor
Mmmmmmm me parece que tu duendecito real es de carne y hueso Loli... jaja
ResponderEliminarUn gran abrazo a los dos
Me tengo que ir hasta allá para tener uno de estos duendes?
ResponderEliminarQué fiaca! jajaja
Igual un poco de suerte no le vendría nada mal a mi vida...
Un beso grande!
Los pequeños detalles nacen de un gran amor.
ResponderEliminarEso es lo que vengo aprendiendo.
Es hermoso que lo vivan de esa manera.
Que lo valoren y lo disfruten. Que lo proclamen, para que el corazón amado se sienta feliz!!!!
Hermosa enseñanza, Loli!!
Besotes a ambos!!!!
A la mayoria de mujeres le gusta los detalles.
ResponderEliminarYo hago el viejo truco de "sacarle bombones de la oreja", emtre otras boludeces más
Buenass!
ResponderEliminarGracias por firmar en mi blog!
Justito este finde volví a ver la peli Lolita y quería decir que todo lo que se necesita es amor. Y si ustedes se aman que mejorrrr!
He leído cosas muy bonitas por aquí, así que seguiré visitándolos. Besoo!
hay algo que todavia no entiendo. todo esto es verdad? y enserio son dos personas? jaj perdonen pro no lo entiendo
ResponderEliminarPilar, no son dos personas es Loly y el duende !!!
ResponderEliminarque lindo ... como me gustaria por una vez que alguien tuviera ese tipo de detalles conmigo
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