Dicen que un hombre débil tiene dudas antes de tomar una decisión y que el hombre fuerte, las tiene después.
Es cierto lo de las dudas, doy fe.
Todos aquellos lectores que nos siguen desde el principio o los que hayan tenido el aguante de leerse todos los post, sabrán que el tema del cigarrillo fue, entre Loli y yo, un punto de conflicto desde el principio.
–¿Otro más, Papi? –era una pregunta habitual de Lolita, cuando yo quería fumar dos cigarrillos en vez de uno, después de la cena, que invariablemente iba seguida de un puchero.
Una noche, saliendo de nuestro restaurante favorito de Córdoba, casi nos estropeamos la noche por el cigarrillo. ¡Qué pavada!
–¿Vos querés dejar el cigarrillo? –me preguntó una noche.
–Sí, pero no es fácil dejarlo, Loli –le dije
–Querer es poder –me contestó ella.
–Eso lo ves así ahora, Loli –dije–. Ya la vida se va a encargar de enseñarte que eso no siempre es posible.
Recuerdo que cuando enfrenté la operación, hace poco más de un año, el cirujano me dijo que tendría que dejar de fumar. Bastó que me lo dijera, para que me resultara imposible, aunque digo en mi descargo, que hice un esfuerzo importante los veinte primeros días.
Antes de eso, había hecho un intento serio con unos comprimidos alemanes que me costaron un ojo de la cara y, lejos de conseguir que dejara de fumar, me produjeron una seria irritación gástrica.
Una de las tantas veces que Loli me preguntó por teléfono si estaba fumando mucho, le dije que estaba buscando la manera de dejar de fumar, pero que no estaba ni en pastillas ni en la Iglesia Metodista, ni en los chicles de nicotina o en los parches.
–Mjm –murmuró, con esa expresión tan suya que implica, reflexionar acerca de lo que se dice–. Yo creo que no vas a dejar de fumar nunca, Gordi...
–“Nunca” es demasiado tiempo, Princesita –le contesté.
Como sea, los que leyeron “Lo nuestro terminó”, se enteraron que el 27 de abril de 2010 a la madrugada, fumé el que espero que sea el último cigarrillo de mi vida. Es decir, que llevo sesenta días sin fumar.
Y digo que “espero”, porque no quiero cantar victoria antes de tiempo. No es fácil divorciarse del cigarrillo. En estos sesenta días he pasado momentos de depresión, de ansiedad extrema, de todo lo que produce el síndrome de abstinencia de tabaco.
He estado tentado con ir a comprar –en especial los días que los paso solo–, y cada vez que se ha presentado un problema cotidiano –en estos últimos días, por la Ley de Murphy se han presentado una considerable cantidad–, he tenido que apelar a toda mi fuerza de voluntad para no ir a comprar, aunque sea, un atado de M 10.
Me ha tocado estar por lo menos en una fiesta y en varias reuniones en las que la mayoría de los presentes fumaba, y por lo menos en un caso en especial, fumaban como murciélagos y he resistido, aunque el cigarrillo estaba ahí, en el cenicero, al alcance de la mano.
Más de uno ha amagado con irse a fumar a otro lado y he contestado que no, que fume si quiere, que tengo que acostumbrarme a que no me afecte ni me tiente.
Me sé –para los que me vengan con la cantinela del fumador pasivo– toda la teoría acerca de lo que fuma uno y lo que fuma el otro, y la motivación es que no quiero ser uno de esos resentidos que, porque dejó de fumar, le rompe las petunias al prójimo y, peor aún, anda tratando de dogmatizar.
Creo que cada cual es responsable de su vida, que los seres humanos, complejos, duales y contradictorios como somos, cargamos con la paradoja del doble mensaje “sobrevive como sea-destrúyete a ti mismo”, y que con suerte podemos vencer la pulsión de Thanatos, y elegir a Eros, para honrar la vida.
“Querer es poder”, me había dicho Loli aquella vez.
Es difícil, lo admito. Muy difícil. Pero en momentos en que escribo este post, ya estoy camino al día 61... y contando.
Y no me olvido que soy y seré un adicto al tabaco y no tengo que descuidarme ni un momento, porque el riesgo de caer otra vez, está siempre ahí.
–Sos un hombre muy valiente, Papi. ¡Sos mi héroe! –me dijo Lolita, cuando llegué al día cuarenta y seis, y estaba pasando un momento muy angustiante. –Reconozco que no me imaginé que ibas a poder lograrlo.
“Querer es poder”, me dijo Loli, y en alguna medida es así, si tenemos como incentivo, la más fuerte motivación del ser humano, la que lo puede todo, la que lo consigue todo: el amor. De modo que, aunque uno hace las cosas por sí y después por los demás (porque nadie puede darle a los demás lo que no tiene para sí), debo agradecerle a Lolita el haber sido ese incentivo. El deseo de estar saludable, respirar bien y, a mi edad, no tener problemas de circulación que estropeen el momento de las efusividades, fue más fuerte que mitigar durante algunos minutos la ansiedad, echando humo hacia afuera y, lo que es peor, quemándome por dentro. ¡Gracias, Loli!
Dicen que dijo Buda, que el secreto de la salud mental y corporal está en no lamentarse por el pasado, preocuparse por el futuro ni adelantarse a los problemas, sino vivir sabia y seriamente el ahora.
El Profesor
que bueno profe!! deberia de seguir sus pasos :S
ResponderEliminarno me cuesta de dejar de fumar (eh pasado vaaaarios dias sin pucho y nunca me paso ninguna de las cosas qe le pasa a ustd)...
y sin embargo fumo. :S no mucho... cuando estoy sanita (y no con un monton de papeles arrugados al lado de la compu culpa de la congestion) fumo 3 o 4 por dia. como mucho.
es al coete fumar. mi abuelo tamb fumaba un monton. cuando tenia 5 o 6 empeze a hincharlo hasta qe dejo. mi viejo dejo por mi solo nacimiento (y porqe se daba cuenta qe le hacia mal).
pero es como que la pulsion de muerte (maldito parcial de psicologia) pega fuerte. jaja! por eso, hace falta un motivo mas fuerte para dejarlo.
en su caso (como lo fui yo para mi viejo y mi abuelo) un motivo tan fuerte como ese tiene qe ser MAS que suficiente para que nunca mas toque un cigarro.
Mi viejo y mi abuelo nunca mas lo hicieron. aunque mucha veces digan "uh, que lindo para prenderse un pucho".... ;)
estuve mucho tiempo sin fumar el año pasado. vivia con gente qe no fumaba. un dia, prendi uno, y me dio asco. lo tire y no volvi a prender ninguno hasta que de tanto estar con mi novio (cuando deje la facu el año pasado, y empeze a leer blogs jaja!) me agarro el vicio de nuevo.
en fin. qe mejor motivo qe Loli's para dejar de fumar (= de paso le hace un favor a su vida. ^^
Fuerzaaa profeee que usted puede! como dice Loli, porque Quiere (:
Felicidades querido ahijado!!!!
ResponderEliminarClaro que es difícil largar el pucho, pero coincido con ud en que no hay que jorobar a los que fuman y lograr adaptarse y que el humo no perturbe, pero cuesta mucho rechazar la tentación y ud lo logra día a día.
Bien por su incentivo, bien por Loli que es su motor de vida!!!
Me alegro mucho por ud y su esfuerzo!!!
Besotes a ambos!!!! :)
Nunca fumé pero siempre tuve a mi lado hombres fumadores, así que sé que la abstinencia es realmente brava.
ResponderEliminarY el amor ciertamente es el mejor incentivo!
Felicitaciones por haber cumplido los dos meses y que siga así!
La salud ante todo.
Saludos para ustedes.
Lady Baires
Felicidades por el esfuerzo que hace Profe; esta decisión les vendrá a la salud de ambos, pues los fumadores pasivos también sufren consecuencias. No dudo que sea difícil, pero no imposible y como su Loli dice “querer es poder”.
ResponderEliminarSaludos desde mi México Hermoso
Hace mucho no dejaba un comentario y no entraba a este blog...
ResponderEliminarSiempre un gusto leer las vivencias relatadas!!!
Paz Y amor*
Fiorella*(otra Loli)
:)
cuando tenía 11 años ya intentaba dejar de fumar y ahora con casi 50, llevo 11 sin fumar...siempre abusé del tabaco y me siento mucho mejor desde que lo dejé por completo...Me encantó la novela "lolita" de Nabokov y las pelis también...brazos de seguimiento y recuerda que crucé por aquí
ResponderEliminar¡Mi amor!
ResponderEliminarCada vez que me decís los días que llevás sin fumar me entra una emoción y un orgullo enormes!!!
¡Yo sabía que el día que tomaras la decisión lo ibas a lograr!
Sos un campeón, ¿Lo sabías?
Un beso enorme
Tu Loli ♥
Profe felicitaciones!!!! Esto es así, día a día es una lucha... hace bien en no cantar victoria antes de tiempo... pero no afloje, no afloje que Ud. puede!
ResponderEliminarCami:
ResponderEliminarConsidérese afortunada, por lo que hicieron su abuelo y su papá.
Y no se engañe, al cigarrillo (usted misma lo dice), le abre la puerta la ansiedad.
Ocurre que cuando se instala y se pone cómodo, la tiene de "hija de la pavota". A veces la usa, a veces no. En especial, cuando nos hace asociar "placer = tabaco" junto con "displacer = tabaco".
De manera que si no es esencial para usted, le sugiero (consejos sólo dan los bolas de humo) que no vuelva ni a mirarlos.
¿Para qué los necesita?
¿No le parece que es una cargada fumar, después que dos personas tan queridas dejaron de hacerlo por usted?
Yo, sigo resistiendo, día a día. Hoy, es el 61, casi empieza el 62... :)
El Profesor
Paula:
ResponderEliminarGracias, Madrina.
Se la andaba extrañando por acá, desde que se hizo fana del faisbuk :(
Sigo resistiendo, como Custer en Little Big Horn.
Besote,
El Profesor
Lady:
ResponderEliminarMire, a ver, pese a haber pasado la adolescencia en la generación de la rebeldía, de la revolución sexual y del "Paz y Flores y fumate un porro", la falopa no me llamó la atención. Y el cigarrillo, en esa época tan difícil, tampoco.
Me dio de joven, ya.
Pero me tuvo de rehén durante casi 40 años.
Esa madrugada pensé: "Este tubito que hace echar humo ¿puede ser más fuerte que mi voluntad?"
Entonces recordé las palabras de alguien que me había dicho que el cigarrillo se dejaba así, "a lo macho" (aunque suene feo), y que todo lo demás, era moco e' pavo.
Así que esa madrugada me fumé ese último hasta el filtro, lo apagué y me dije: "Bueno, macho, llegó el momento de ponerlas arriba de la mesa y ver si tenés voluntad o no..."
Hoy, es el día 61... y contando.
Gracias, Lady. Beso
El Profesor
Estefy:
ResponderEliminarGracias por sus deseos. Ahora, le digo que no quiero ni pensar cómo la pasan los "fumadores pasivos" con la polución del D.F.
¿Sabía que el smog también produce cáncer de pulmón?
El Profesor
Fiorella:
ResponderEliminarGracias por pasarse, muchachita.
¿Usted es una "Loli"?
¿Por?
¿También tiene un "Profesor"? :)
El Profesor
Kimbertrancanut:
ResponderEliminar¿Le cuento dentro de 11 años? De momento, estoy con resfríos recurrentes, pero el médico me explicó que es normal. Es para largar todo lo que uno se echó adentro.
¿Le gustó el libro y las pelis? Pues por eso le dimos el título al blog, simbólicamente.
Con ese nombre suyo, xicot, ¿cómo olvidar que cruzó por aquí?
Gracias por su comentario.
El Profesor
Loli:
ResponderEliminar¡Corazón! Vamos por el 61, para el 62.
Gracias por el apoyo, Princesita. :)
Besote enorme, mi amorcito.
Tu Profe
Solitaria:
ResponderEliminarNo aflojo, no aflojo.
Ni me la creo que le gané. Soy consciente que puede hacerme una zancadilla.
Gracias por el deseo.
El Profesor
Me encanta como lo cuida Loli, que muchacha que me hace sonreir...
ResponderEliminarUn beso para los dos :)
;) un saludo y mis felicitaciones para ambos, ser un incentivo para que haya tomado la desición de dejarlo no es facil y tampoco haberlo hecho... sigan así
ResponderEliminarQuizá yo lo vea así porque aún soy muy joven, pero estoy convencidísima de que Lola tiene razón: querer es poder.
ResponderEliminarHice lo posible por despejarle las dudas que dejó por mi blog, Profe. A veces un reto viene bien.
ResponderEliminarBeso.
Paula:
ResponderEliminarSí, me cuida.
Y a mí también, con sus salidas, me hace sonreír.
El Profesor
Debby:
ResponderEliminarLe aseguro que no es nada, nada fácil.
El truco consiste en recordar, todos los días, que uno es un adicto. Y si se es un adicto, no hay que bajar la guardia.
El Profesor
pequeña Dolores:
ResponderEliminarNo siempre, muchachita, no siempre y con todo.
La mayor parte de las veces, las circunstancias nos meten muchos palos en las ruedas, y no podemos.
Gracias por leernos.
El Profesor
Paula:
ResponderEliminarNo fue un reto, en modo alguno.
El Profesor
¡Felicitaciones!
ResponderEliminarSin dudas es difícil, y más en circunstancias tentadoras, pero se ve que querer es poder, como decía Lolita.
Saludos.
Marga:
ResponderEliminarEso. Eso mismo: en algunas circunstancias de la vida que dependen de nuestra voluntad, querer es poder.
El Profesor
que grande profe!! Siga adelante! Admiro su determinación, el que no fuma ni se imagina lo dificil que es dejar y no morir en el intento. Abrazo grande
ResponderEliminarMemé:
ResponderEliminarGracias por su aliento.
Sí, ni se imaginan lo que cuesta y más aún cuando nos ganan ciertas tristezas.
El Profesor
Si tengo un "profesor"Y aunque ya no soy una adolescente,(tengo 22 años recien cumplidos)para èl lo soy,èl tiene 40 años,y aunque los demàs juzgan la diferencia de edad,no entienden q eso no tiene nada q ver...podès amar igual,comprender igual,hacer el amor igual...en fin: DISFRUTAR!!
ResponderEliminarMe encanta su edad,y a èl la mia...Y HAY MUCHA ATRACCIÒN,q màs se puede pedir?
BESOTES!!
FIORELLA*
Fiorella:
ResponderEliminarGracias por pasar y por su comentario.
¿Un tip? A comentarios prejuiciosos, oídos taponados. ¬¬
Al fin y al cabo, dieciocho años, como en el caso de usted y su profesor, son casi la normalidad.
¡Disfrútense!
El Profesor
querer es poder!!!!!!!!!!! nunca estuve tan segura de algo que leí. cómo me gusta leer este tipo de cosas.
ResponderEliminarvení, sumate.
sonrisas y revolución
Chicos! Que alegria que se apoyen uno al otro!
ResponderEliminarMi papa tmb esta intentando dejar de fumar y no le resulta para nada facil mucha suerte! :)
60 dias sin la ricura, felicitaciones, ya venciste la zona más dura. Ahora solo queda no pensar en ella, ni hablar de ella, ni escribir de ella.
ResponderEliminarun abrazo