jueves, 26 de noviembre de 2009

Ese primer beso

Esta mañana, como muchas otras en estos dos años, al abrir mi correo electrónico, me esperaba una carta de Lolita. Ambos seguimos sorprendiéndonos mutuamente con una carta –para nosotros no son correos electrónicos, sino cartas–, escrita antes de irnos a dormir, para que el otro la encuentre por la mañana.
En la carta de hoy Loli, con esa sensibilidad que tiene para escribir, mencionaba nuestro primer encuentro hace dos años. La primera vez que nos vimos.
Esa mención me llevó a evocar el momento y, de pronto, me sorprendí recordando que en este mismo 26 de noviembre de hace dos años atrás, ya tenía en mi poder el pasaje de micro para cuatro días después, porque había decidido conocer personalmente a esa jovencita sorprendente que la vida me había cruzado en el camino en el otoño de mi vida, cuando ya creía que era incapaz de volver a enamorarme y vivía mis días dedicado a mi trabajo. Vivía –o discurría, que no es lo mismo–, como se supone que debe vivir un hombre que ha dejado mucho tiempo atrás esas ilusiones de la adolescencia y la juventud que hacen latir muy fuerte el corazón, que nos llevan a pensar en todo momento en la persona amada, nos colman de expectativas y que –en un solo e indescriptible instante de plenitud–, nos desbordan el alma y los sentidos con esa felicidad pura e inocente, como la de los niños. Un breve destello tan resplandeciente, que es como si de repente, Dios nos invitara a jugar con Él a las escondidas en una apacible noche de verano.
Me acordé de esa noche, cuando le mandé el último mensaje de texto desde mi computadora, diciéndole que ya salía para la terminal de Retiro y ella me contestó que iba a estar esperándome y me deseó un buen viaje.
Aún hoy, después de dos años, vuelvo a revivir las emociones que me embargaban cuando el micro de General Urquiza cerró sus puertas y partió rumbo a Córdoba y cómo me quedé largo tiempo, ya en plena ruta, mirando por la ventanilla hasta que me venció el cansancio y empecé a dormitar por momentos, de forma entrecortada, sin poder evitar preguntarme cómo sería el momento del encuentro, qué debía hacer, cómo sería en persona esa adolescente con la que nos escribíamos y nos mandábamos mensajes de texto a diario y nos hablábamos por teléfono a escondidas, cada vez que su papá no estaba. Esa jovencita a la que nunca había visto, pero que creía conocer y, de alguna manera indescifrable, quería con ternura y con pasión.
Recuerdo que me despertó el primer rayo de sol de la mañana y ya no pude volver a dormirme. Que supe que lo que parecía una fantasía era la realidad cuando el ómnibus cruzó el arco de entrada de la ciudad de Córdoba y que esa primera vez, sobrecogido por la ansiedad, me levanté del asiento cuando aún no habíamos llegado a la Terminal, para ser el primero en bajar. Desde ese día, ser el primero en bajar y saludar a Loli desde la ventanilla, se ha transformado en un rito para nosotros.
Sé que hasta el último día de mi vida voy a volver a verla en el andén, con su hermosa sonrisa, corriendo hacia mí con su blusita, su pollerita blanca y sus ojotas y voy a sentir ese primer abrazo que nos dimos. Ese primer contacto fugaz de nuestros cuerpos, el no saber muy bien qué hacer en ese momento, rodeados de gente como estábamos, viviendo como en un sueño esa indescriptible realidad.
Si me preguntaran hoy qué sentí en ese momento, debo admitir que fue una maraña de emociones y sensaciones que daba por olvidadas, que decidieron salir todas juntas y en tropel de ese lugar impreciso de mi memoria, en el cual habían quedado guardadas como dulces recuerdos, como esas cartas de amor de la adolescencia que un día se encuentran en una caja que creíamos perdida hacía mucho tiempo.
A veces a la noche, antes de dormirme, también evoco el momento inolvidable del primer beso.


Cuando estuvimos a solas en la habitación, después del nerviosismo y la incertidumbre de entrar juntos al hotel, Lolita se sentó en mi falda, me rodeó el cuello con los brazos y me acarició el cabello con una mano y entonces, por primera vez, sin decirnos una palabra, con nuestro corazón latiendo más rápido y mirándonos a los ojos, sus labios y los míos se rozaron y se reconocieron por primera vez... y se gustaron. Vaya si se gustaron.
Para Lolita fue el primer beso en la boca de un hombre. Ése que se recordará durante toda la vida, el que le marcó un antes y un después en su vida.
Quizás ella crea que para mí, a mi edad y después de haber vivido tanto, no debe haber sido tan significativo.
Nada más lejos.
Esa primera vez que besé a Loli en los labios me hizo volver a sentir lo que alguna vez me dejó tan conmocionado que me parecía estar flotando entre nubes, como le pasó a ella.
Ese primer beso en la boca, para mí, representó volver a sentirme vivo.


El Profesor
Foto: Massimiliano Uccelleti

11 comentarios:

  1. Como decimos por acá:

    Matanga!

    Je, je, je...

    Sólo quiero aprovechar (ahora que seré la primera en comentar ¿verdad? digan que sí por favor je) para decir que este post fue simple y llanamente hermoso.

    Me hizo recordar muchas cosas...

    Y eso se agradece.

    Un abrazo.

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  2. bello relato, y envidiable relación. Hacen no perder del todo las esperanzas en el amor...

    abrazos a ambos

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  3. Tantos besos que vinieron después , sinembargo ese siempre será el especial.
    Los besos quedan en el receurdo de los labios, uno puede evocarlos y besar nuevamente...
    Besos a los dos (en la mejilla che..!!)

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  4. ¡Por Dios, Papi! ¡Cómo me hiciste emocionar! Tengo los ojos todos húmedos al leer tus palabras tan sentidas y tiernas de este post.
    ¿Sabés amor? Cuando miro para atrás, a veces me parece mentira que hayan pasado dos años, pero el tiempo no miente. Ya van 24 meses desde aquel maravilloso día que nunca en mi vida voy a poder olvidar. Fue la primera vez en todo para mí y a tu lado fue hermoso experimentarlas. Ese beso, ese abrazo, esas palabras dulces, esa mano masculina tomando la mía, esa delicadeza para tratarme, esos gestos de caballero... Recuerdo que me dejaste asombrada... ¡Y totalmente enamorada! como lo estoy hasta el día de hoy.

    Gracias por expresar tus sentimientos de lo más profundo del corazón.

    Te amo

    Tu Lolita

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  5. Que hermoso post, no hay palabras para describir la sensación que tiene uno en cada momento hermoso vivido...pero siempre hay algo único en la vida y son los primeros besos.

    Besos,
    Anjolie

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  6. En realidad que puedo decir?
    ¿que su amor me tiene impresionada?
    ¿y que en verdad me paso lo mismo?
    ¡Que buen post!

    Se cuidan , Chao.

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  7. Holas:

    Bien... profe... agrege este post a la larga lista de post en el blog que han logrado dejarme con el corazon en la boca y las lagrimas en las mejillas, la verdad profe, es una narracion muy poco detallada sobre esa maraña de emociones, porque yo se que ese primer beso con la mujer que se ama es indescriptible como para dejarlo a uno sin palabras... el profe logro rescatar algunas cuantas del magico momento... pero bueno, las palabras habeses nos quedan cortas para expresar esas cosas.

    Yo ... y con un poco de sonrojo, tambien ansio ese momento en que pueda disfrutar de un beso de verdad.... quiero ver (o mejor dicho... sentir) esa magica experiencia.

    AUn me quedan muchas cosas por probar... supongo.

    Que bueno que el rpofe es un caballero en todo el sentido de la palabra, porque e visto casos de amigas mias... que perdieron ese momento con alguien que nunca las respeto y que solamente las buscaba por su cuerpo.

    Felicitaciones lolita... te sacaste la loteria y sin comprarla... bueno.. supongo que se puede decir que este es un caso en el cual el premio se lo ganaron 2 personas... pero no se dividio por mitad.

    Un saludo a los 2 y atesoren aun mas esos momentos magicos... que solo ustedes 2 pueden entender (NINGUN BESO ES IGUAL A OTRO).

    y de todo corazon, mil gracias por compartir ese momento tan personal con nosotros.

    Un Saludo ^_^

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  8. Profe, qué lindo lo que le dice a su Lolis en este tierno post!!!
    Tiene razón, aunque seamos grandes, ese primer beso que damos con el corazón a mil, nos hace sentir vivos.

    Pensar que cuando estuve en Córdoba, en la Terminal, los sentí tan cerquita mío. Recordé sus posts, y me preguntaba dónde se encontraban, jajajajaa!!!

    Yo aprendo mucho de uds, aunque no se den una idea.
    Por ej, este post lo leí ayer pero no pude dejar comentario porque estaba a full con otro temita, pero me quedó grabado el enviar una carta al otro antes de acostarse, para sorprenderlo a la mañana.
    Y lo hice. Y vaya que dio resultado, jajajaja!!!

    Gracias por las cosas lindas que transmiten, por lo que sin darse cuenta, nos enseñan!!!

    Besos a los dos, los quiero mucho!!!!

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  9. Creo que pocas gentes pueden vivir la emoción de su primer besito junto a la emoción de su primera vez, bueno imagino que paso asi por lo escrito. adiosin

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  10. hola, antes que nada es mi primera vez comentando en su blog, y felicitarlos por este post, ¡que es muy bueno! y decir, que amor tan maravilloso tienen, y presumirles que ami y a mi lunita nos ha pasado algo muy similar, y decirle al profe que lo entiendo casi ala perfeccion esa inexplicable sensacion del primer beso que me ha dejado sin aliento y con el corazon lleno de sus latidos. hasta pronto loli y profe, y hojala que estos 2 años juntos no sean nada para el tiempo que los epera juntos.

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