Para los que no saben, recién se anoticiaron o no comprenden qué ocurrió, voy a hacer un breve resumen de los hechos.
Hace poco mas de una semana, un lector nos avisó que alguien había avisado a un canal de televisión que nuestro blog era de pedofilia.
Una persona (o grupo de personas), en su propio blog, copió uno de nuestros post, y se preguntó si no estábamos volviendo a las épocas de la inquisición, cuando se juzgaba a alguien y se lo condenaba por anticipado y como muestra publicó un post muy sentido y emotivo, que refleja una realidad muy distinta a la que se nos endilgó. A él, le agradecemos habernos avisado y haber hecho un comentario tan atinado.
Por más que tratamos de averiguar –dado que ni Loli ni yo miramos televisión, y menos esos programas obscenos de tan sensacionalistas– no pudimos enterarnos a ciencia cierta cuál fue el canal que nos endilgó el rótulo delictivo.
No importa, ya lo averiguaremos. Las grillas de los canales no se pueden ocultar.
Lo cierto es que nuestro blog tuvo, en dos días, más de 10 mil entradas, lo que es inusual y muestra, a las claras, que algo pasó para que tuviésemos, de pronto, tal aluvión de visitantes.
Muchos de ellos –algunos comentarios publicamos–, prejuzgaron de medio a medio porque, creemos, ni se tomaron el trabajo de leer los post. Seres así, de esa calaña los hubo, los hay y los habrá. No nos quitan el sueño.
Pero, la pregunta que surge es: ¿quién fue la persona que llamó al canal para hacer tal tipo de “denuncia”?
Con Loli, sabemos, con suficiente grado de certeza, quién pudo haber sido. Aunque no se pueda probar con facilidad, porque hoy la justicia parece penar no aquello que es delito, sino lo que se puede probar, aunque todos los habitantes de la Nación, conozcan los hechos. Claro que la persona denunciada no es un político famoso ni un empresario enriquecido súbitamente y dudo que (pese a que hace alarde de ello) alguna de sus "amistades famosas" salga a poner la cara por ella.
La misma persona que nos acosó con llamadas, tanto a ella como a mí, para sembrar la discordia, inocularnos veneno y hacer que nuestra relación se fuera al traste, como no lo consiguió, por más que hizo, siguió y siguió y, sin darse cuenta, fue dejando pistas y rastros. Envidiosa, soberbia e iracunda como es, no pensó que su accionar irreflexivo y brutal, podía llegar a jugarle en contra.
No contenta con los intentos infructuosos con nosotros dos, cuando vio que no le daban resultado sus torpes y burdas manipulaciones, comenzó a dejar mensajes en los blogs de algunos amigos y en los de varios de nuestros seguidores más queridos, sin darse cuenta que con cada comentario, con cada llamada telefónica, con cada correo electrónico, se comprometía más y más en una serie de delitos tipificados en el Código Penal.
Creyó –porque es ignorante, y no sólo con Internet–, que las IP no quedaban registradas en los blogs. Ni siquiera se tomó el trabajo de averiguar si existe algún programa que, además de contar visitantes, registre las IP de los visitantes, así como el lugar desde donde transmiten.
Se equivocó de medio a medio.
Como se equivocó al creer que amparándose en el viejo truco de marcar antes del número de teléfono el asterisco + 31 + numeral (*31#), para que no aparezca el número de quien está haciendo la llamada y ésta figure como anónima, iba a conseguir impunidad.
De la misma manera que se equivocó al bloquear el número del emisor en su teléfono celular, para que no se reconozca en el teléfono receptor. Porque la llamada o el escrito anónimo, son sus métodos habituales, la insidia y la mentira sus artimañas, la hipocresía su máscara para aparecer respetable y la perversidad su modo de vida.
Fue dejando huellas, una detrás de la otra, en Facebook, en los correos electrónicos, en los números de teléfono y en nuestro blog, así como en los de algunos amigos nuestros, con quienes pudimos cotejar el número de IP, comprobando que era el mismo.
Fue duro soportar sus ataques durante este tiempo y nos acarreó, a Lolita y a mí, más de un momento amargo, hasta que ambos nos tranquilizamos y empezamos a descubrir sus burdas mentiras, esa forma torpe que tiene de mezclar mentiras con verdades a medias, para adulterar la realidad y acomodarla a sus macabros y perversos intereses.
Entonces anteayer, el 24, cuando ya estaba todo preparado para grabar, registrar y constatar, por fin terminó de cavarse la fosa.
Así que en la mañana de ayer, acompañado por el profesional ad hoc, me presenté en el juzgado de turno y procedí a hacer la denuncia correspondiente por la comisión de los siguientes delitos:
a) Acoso;
b) Hostigamiento;
c) Amenazas;
d) Calumnias;
e) Injurias graves;
f) Intimidación;
g) Difamación; y
h) Falsa denuncia.
Todos delitos tipificados en el Código Penal y pasibles del eventual resarcimiento por daño moral y daño emergente, en el fuero correspondiente, al finalizar el proceso penal.
En mi denuncia, cité y puse a disposición de la autoridad judicial, los siguientes elementos de prueba:
a) Nombre y apellido completos de la persona y de las personas vinculadas a ella que pudieran haber sido cómplices y/o participes voluntarios o involuntarios, así como fecha de nacimiento y otros datos de filiación;
b) Número de documento (aclarando que la persona tiene dos números de documento, con distintas fechas de nacimiento) presuntamente real.
c) Estado civil, y datos de su consorte y personas vinculadas por parentezco, amistad o relación laboral.
d) Dirección del último domicilio conocido en gran Buenos Aires, del domicilio presunto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, así como el de sus parientes más cercanos y sus propiedades conocidas en el Gran Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires.
e) Números de teléfono de línea y celulares de la persona, su consorte, sus parientes más directos, tanto domiciliarios como de sus presuntos lugares de trabajo, así como los de personas estrechamente vinculadas a ella, que podrían haberla asistido como cómplices y/o copartícipes, voluntarios o involuntarios.
f) Números de IP correspondientes a su domicilio, a su lugar de trabajo, y al de las personas estrechamente vinculadas, que podrían haber sido usadas a sabiendas o inadvertidamente, todos los cuales son concordantes y coincidentes con el registro de IP de dos sitios anteriores en los que participaba, los cuales pusieron a disposición de la Justicia la información requerida.
g) Cuentas de correo electrónico usadas en forma asidua, así como las de su consorte y personas vinculadas, a fin de verificar su vinculación con los correos y comentarios de tono insultante, agraviante y amenazador recibidos en la dirección de correo del blog, como así en la cuentas de correo electrónico privadas, de Loli y mía.
h) Transcripción de grabaciones dejadas en contestadores y de mensajes de textos conservados en mi teléfono de línea y en el teléfono celular de Loli, poniendo a disposición de la autoridad judicial competente los mencionados equipos.
i) Otros datos que pudieren ser necesarios a los efectos probatorios y punitorios en su momento, para evitar el desbaratamiento y la eventual “insolvencia”, como titularidad de propiedades, rodados, cuentas bancarias y tarjetas de crédito.
j) Una cronología de los hechos, explicando el conocimiento, la relación y la vinculación, a fin de que se comprenda cabalmente el accionar delictivo de esa persona.
k) Un petitorio a fin de que la autoridad judicial solicite por oficio a las empresas Telecom, Telefónica de Argentina, y Movistar, un registro de la totalidad de las llamadas entrantes y salientes a todos los números telefónicos denunciados así como del mío propio utilizando, para tal fin, los programas de seguimiento y rastreo de llamadas que son de uso habitual en medios judiciales.
h) Un petitorio para que se libre oficio a la empresa Speedy.com.ar, a fin de que certifique que las IP denunciadas, se corresponden con las del/los domicilios mencionados.
i) Petitorio de identificación de las falsas IP (Proxy) utilizadas por los equipos utilizados (sean fijos o portátiles), así como el secuestro de los mismos, a fin de ser analizados por los laboratorios o departamentos encargados de pericias y delitos informáticos de la Policía Federal Argentina y de Gendarmería Nacional, para que se expidan acerca del particular y de cualquier otro delito que pudiere haber sido llevado a cabo desde los mencionados equipos.
j) Petitorio para que las filiales argentinas de Facebook, Google y Microsoft informen –en virtud de la probable violación de la Cláusula de Confidencialidad–, acerca de la titularidad real de la/s cuenta/s de correo electrónico consignados, así como de cualquier otro dato que pudieran aportar para el esclarecimiento de los hechos.
k) Petitorio para que el departamento correspondiente y a cargo de Blogspot, de la empresa de servicios informáticos antes mencionada, informe acerca de la existencia de algún blog en la red, que estuviere vinculado a una cuenta de correo electrónico, y que se corresponda con los números de IP denunciados, así como de la identidad real o ficticia de la persona que ostenta su titularidad.
l) Petitorio para que las autoridades del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires informe acerca del uso de los equipos de computación instalados en la institución que depende del mencionado ministerio y en la cual, presuntamente, trabaja la persona denunciada.
m) Petitorio para la intervención judicial de las líneas de teléfono correspondientes a mi domicilio personal y/o laboral, así como el de Loli, y el de su teléfono celular.
n) Petitorio para que se libre oficio a las autoridades de Canal 9, a fin de que informen acerca de en qué programa, a qué hora, qué día, con qué contenido y a cargo de qué persona y/o personas, fuimos acusados de “Pedofilia” por el contenido de nuestro blog, y para que informen acerca de la identidad, sexo y ocasión en que recibieron una noticia, si la misma fue anónima y si, antes de propalar la información, la misma fue confirmada, responsabilizándolos por la comisión de los delitos de injurias graves y difamación, con las consecuencias penales y civiles correspondientes.
o) Se libre oficio a los otros canales de aire, a fin de que informen si en su programación habitual, se propalaran noticias en tal sentido y si hubieren recibido denuncias identificadas o anónimas en tal sentido.
p) Otros documentos probatorios, incluidos textos manuscritos, a fin de ser utilizados en pericias ulteriores a los fines del esclarecimiento de los hechos.
Todo lo mencionado bajo apercibimiento de Ley, con imposición de las consecuencias penales previstas para el falso testimonio, así como las sanciones correspondientes, previstas para el caso de violación de la citada norma legal.
Como corresponde con el procedimiento, debo esperar a que me citen para ratificar la denuncia, cosa que haré sin dudar.
Para desventura de quien perpetró este accionar perverso y malévolo, todos estos rastros, ya no pueden borrarse. Están ahí. Guardados y conservados en las memorias de los equipos y de las empresas, que deben ponerlos a disposición de la justicia. Por sino lo sabía, existen precedentes legales en este tipo de delitos informáticos.
Si creyó, por un momento, que el anonimato le daba impunidad, se equivocó de medio a medio.
Sé que, casi con seguridad, a fin de que la Justicia lleve adelante su cometido, tendré que revelar mi identidad. No me importa. No tengo nada que ocultar, ni de qué avergonzarme. Lolita, que es mayor de edad, tampoco. De manera que ahora, después de padecer durante semanas el accionar delictivo y perverso de la persona denunciada, estamos decididos a ir hasta el final.
Sé que la torpeza, la ignorancia y la soberbia de la mencionada persona y/o personas, la llevarán a cometer un error tras otro, hasta quedar más entrampada en sus propias mentiras y expuesta ante la Justicia. Para la JUSTICIA DIVINA, que ella invoca de la boca para afuera, tendrá que esperar un poco más. De momento, nos conformamos con la Justicia del Estado.
Y no sé si alcanza para restañar las heridas. Posiblemente sí las mías, que soy un hombre grande, con muchos costurones de heridas viejas en el corazón. Pero el daño que le produjo a Lolita, que es joven, fresca y pura (en el verdadero sentido de la pureza) como sus ilusiones, ya no tiene remedio. Lo sé porque alguna vez fui como ella, tuve su edad y, como ahora lo fueron para ella, mis anhelos y sueños eran más trascendentes e importantes que cualquier otra cosa en este mundo. Le pido a Dios y a la vida que, como justa compensación, le devuelvan a Lolita aunque más no sea un poco de la candidez y la confianza con la que entró en el mundo de los adultos de mi mano.
Por último, queremos hacer una aclaración, y una sugerencia:
La aclaración: a los bloggers amigos que nos visitaban y que, por lo sucedido, pueden sentir aprensión en dejar sus comentarios, despreocúpense.
Nuestro blog está muy lejos de la perversión y, más aún, de cualquier actividad delictiva.
Lolita no es una niña. De hecho es una joven mayor de edad y hábil. El hecho que motivó llamar así a nuestro blog, se debió solamente a jugar con un símbolo, como lo es el libro de Nabokov, en virtud de la diferencia de edad entre ambos.
La sugerencia: A los anónimos, a los que se amparan en la sombra creyéndose impunes para prejuzgar, agraviar e insultar, ya ven cuáles son las consecuencias. Mejor, antes de dar opiniones que nadie les pidió, absténgase. No tienen obligación de opinar en un lugar que les produce repulsión por las razones que sean. Están en su derecho. Por eso les recomendamos que sigan de largo, ignórenos, vayan a otro lado.
Este blog no trata de perversiones, sino de una historia de amor. ¿Atípica? ¿No común? Es posible. Pero las historias de amor, sean como sean y se den de la forma en que se den, por el sólo hecho de que involucran sentimientos, merecen cierto respeto, ¡qué joder!
Por último, queremos agradecer a todos los que nos han brindado su amistad –conociéndonos o no– y a quienes nos han apoyado y nos han dado su ayuda en los momentos tan difíciles y amargos que, tanto Loli como yo, hemos tenido que vivir.
Proveer de conformidad
SERA JUSTICIA
El Profesor