viernes, 20 de noviembre de 2009

Tarde de Shopping

Ese domingo por la tarde decidimos conocer el Shopping ubicado en la zona recientemente estrenada por el Profe.
Legamos en un colectivo lleno de adolescentes escandalosos que parecían miembros de una tribu de indios sioux. Tuvimos que bancarlos no sólo en la parada, cuando hacían un espectacular despliegue de toda su grosería y mala educación, sino también durante el trayecto hacia nuestro destino. Nos bajamos frente al enorme centro comercial y entramos, dispuestos a recorrerlo y pasar un lindo momento mirando vidrieras y demás.
Luego de un vistazo por la planta baja, subimos al primer piso donde se encontraba la sala de juegos, el cine y los locales de comida, además de otros tantos comercios de ropa.
A pesar de mi edad, al ver los colores, las máquinas y las luces que provenían del sector de los entretenimientos, me sentí fuertemente atraída y arrastré al Profe hacia ese sitio.
–Papi, ¿Tenés una moneda de un peso?
–¿Para qué Princesita?
–Quiero jugar a esa máquina de sacar peluches…
–Mirá que no es tan fácil, ¿Eh?
–Ya sé, se trata de encontrar uno ubicado en una posición estratégica…
El Profe sacó la billetera y me entregó la moneda.
Como no saqué nada, lo miré con un puchero para que me diera otra así lo intentaba de nuevo. Y él, mi eterno consentidor, me la dio, a pesar de que nuevamente fracasé en la misión de ganarme un peluche.
Cansada de eso, me acerqué a unos llamativos puestos de juegos con premios donde dos sonrientes señoritas nos vieron y leyendo la ilusión en mis ojitos se aprovecharon de nuestra inocencia e intentaron convencernos de que probáramos e intentáramos llevarnos un conejo de peluche gigante si lográbamos embocar una pelotita en los inodoros que estaban a un metro y medio de distancia.
–Vengan chicos, ¿Saben cómo se juega?
–No.
–Tienen tres tiros por cinco pesos. Si embocan las tres, se llevan uno de estos peluches gigantes, si embocan dos uno de estos premios de acá y si embocan uno, uno de estos.
Cuando vi los premios que daban a los que conseguían embocar sólo una o dos veces me desilusioné: rompecabezas, muñequitas de plástico o autitos de juguete.
¡Yo quería ese hermoso conejo!
–¿Quieren intentarlo?
Miré a mi papi.
–Si querés Princesita, yo te lo pago.
–Es que… ¿Y si no emboco las tres veces?
–Es lo más probable que no emboques las tres veces, mi amor. Esta gente no está en el negocio de regalar osos de peluche.
–Mmmm… ¿Querés intentarlo conmigo, Papi?
–No, Loli, ya sabés que para estas cosas soy un poco torpe.
–Bueno… entonces lo voy a intentar yo.
Cuando la chica depositó la pelotita en mis manos, el Profe me la pidió para mirarla.
–Mmm… Loli, esta pelotita es de goma, de las que rebotan. No debe ser nada fácil embocarla ahí. Este juego alguna trampa tiene. Intentá tirarla despacito.
–Bueno.
Tal como me lo había advertido, a la primera vez, la pelota salió disparada para cualquier lado. A la segunda, entró en el agujero, pero como rebotaba, volvió a salir. Un poco frustrada, tiré la tercera y para sorpresa de todos, la emboqué.
Me llevé como premio un rompecabezas inédito de Star Wars de 90 piezas para mis ratos de ocio y aburrimiento.
Para no deprimirme, cuando mi Papi me miró con una sonrisita pícara de esas en las que uno lee un “te lo dije”, me excusé diciendo:
–Bueno, hubiera sido peor no haberme llevado nada, ¿No?
Acto seguido, y tratando de olvidar el fracaso, vi que había un tren fantasma, así que le dije al Profe que quería subir, pero no sola, sino con él.
Así que el pobre hizo la fila para comprar las entradas y luego me acompañó en el viajecito del terror que duró lo que dura un suspiro y que nos dejó a los dos con la sensación de que había sido un afano.



Después de eso, para mimarme un poco más, me llevó hasta mi heladería favorita Freddo que se caracteriza porque ya sea que esté ubicada en un Shopping o en medio de la nada, te arrancan la cabeza igual.
Disfrutamos de un exquisito helado de tres sabores (Dos a mi elección y uno a la de él) y una vez que terminamos, nos levantamos dispuestos a enfilar el camino a casa, luego de una última recorrida.
Pero como a mí también me gusta mimarlo, cuando pasamos por el local de su marca preferida “Legacy”, le dije:
–¿Qué te gusta?
–No, Princesita, no quiero nada….
–Dale, Papi, te conozco, no tengas vergüenza de pedir… Te quiero hacer un regalo.
–Bueno, la verdad… esa. –Y señaló una camisa celeste de mangas cortas.
–Vení.
Lo llevé dentro y le di con el gusto. Le pedí a las vendedoras que me lo prepararan para regalo y se lo entregué con una sonrisa cuando salimos del local.
El amor consiste en eso: en buscar alegrar al otro, en conseguir que el otro sonría, en complacer los pequeños y grandes deseos que estén en nuestras manos. El amor es un ir y venir. Ahora yo, después vos. Ahora vos, después yo.
Esa tarde los dos nos fuimos contentos a casa luego de habernos dado mutuamente con el gusto.


Lolita

12 comentarios:

  1. Cuando uno da de corazón se seinte realmente feliz por el otro. Tenés razón Loli eso es el amor.

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  2. ¡Loli!

    ¡Qué bien la pasamos en ese Shopping!
    Jajaj ¿Ya armaste el Puzzle?
    Besitos de sábado, mi amor,

    El Profesor

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  3. Adoro ir al shopping, es como mi segundo hogar, jaja.
    A mi me pasa en esos lugares de juegos que no soporto el ruido infernal de los juegos.
    Totalmente de acuerdo de lo mal educados que están hechos algunos adolescentes, es muy desagradable como se expresan muchas chicas.

    ¿Puzzles? ¿Armás puzzles Lolis? Es mi hobbie favorito, tengo muchos, de 500 a 5000 piezas armados y enmarcados, ahora me está esperando uno de Gauguin.
    Besos y éxitos con el tuyo, es difícil encontrar alguien que guste y aprecie este arte.

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  4. El amor es ser feliz en dos.
    Un Saludo

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  5. Cuando hablaron de los chamacos escandalosos recordé bárbaro mi adolescencia, jijiji, hasta parece que estaban describiendo fielmente mi bandita de amigos.

    Pocas personas saben disfrutar un rompecabezas, son super entretenidos.

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  6. ¡Hola! Pasaba a saludarlos y a desearles buen domingo, veo que escribí
    "lugares de juegos que no soporto el ruido infernal de los juegos..."
    Bué, distracción.

    Besos por dos.
    Breve y lindo el comentario que dejaste en mi entrada Lolis.

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  7. El amor es compartir, ahora puede ser uno, y después es el otro. Me encanta esa complicidad que hay entre vosotros, esa ternura cuando habláis el uno del otro.

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  8. Hermosa salida!!!
    Lo de Freddo es una debilidad que comparto con uds, como así también armar rompecabezas!!!!
    El Alto Avellaneda Shopping también está bueno, se los recomiendo, aunque les queda complicado.
    Cuando salgo con Melu me pierdo en los juegos tipo Sacoa, jajaajaja!!!
    Con la excusa de llevarla a ella, creo que competimos a cuántos jueguitos nos metemos!!!

    El amor es así, corazón, tal cual lo describís.
    Sigan disfrutándolo!!!

    Los quiero mucho!!!
    Besotes a ambos!!!!

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  9. Loli... Profe!!! Me encanto la tarde de shopping!
    Y Lolita mucha suerte con tu rompe cabezas.
    Cariños a los dos.

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  10. Cumbre Climática de Copenague, diciembre 2009: Impulsemos medidas concretas: masificar del auto eléctrico y parar la deforestación. Ne O

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  11. Mmm..no se si se bueno o malo eso de gastar para hacer feliz a alguien, y mas cuando es a la persona que amamos...pero alegria sentimos cuando lo compramos y hacemos felices a quien queremos =).

    Un consejo:no sé qué tan chafa esté ese rompecabezas, lo que sí sé es que mi experiencia como niña-otaku me ha dicho que cualquier chunche de Star Wars con el tiempo vale una fortuna, jijiji.

    Cuidense

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  12. Me alegra que la estén pasando este tan bien, el amor es dar y recibir de eso se trata la vida.

    Besos,
    Anjolie:

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