domingo, 18 de octubre de 2009

Platito de París

En la última conversación de despedida que tuvimos, antes de que yo partiera por un mes a Europa a disfrutar de mi hermoso viaje, le pregunté al Profe:
–Papi… ¿Qué te gustaría que te traiga del viaje?
–Mmmm
–Decime algo que se te ocurra y que quieras que te compre, para tener de recuerdo.
–Mmmm… ¿Viste mi colección de platitos?
–Ajá...
–Esa que tengo para colgar en la pared de adorno.
–Sí, claro que me acuerdo.
–Bueno, me gustaría que me compraras un plato como esos, pero de París.
–Lo vas a tener, mi amor. Te lo prometo.
Cuando llegué a París aquel martes por la mañana, me acordé de ese encargo tan importante.
Al pasar por el primer negocio de recuerdos de viaje, entré y me encontré con infinidad de objetos grabados con el nombre de la ciudad. Entre los estantes, busqué lo que El Profe me había pedido y los encontré enseguida: había platos decorados de diversas formas, de todos los tamaños y con distintas tonalidades y combinaciones de colores. Estuve un rato hasta que por fin me decidí por uno que me pareció el más bonito y el que iba a quedar mejor, haciendo juego con todos los que él ya tenía. Con el regalo en mis manos, salí contenta de aquel comercio, ansiando que llegara el momento de entregárselo.
Pasaron las semanas y finalmente llegó el día más esperado por ambos: el día del reencuentro, después de una larga ausencia.

Cuando el micro en el que viajaba llegó a la estación, él ya estaba esperándome. Era casi la madrugada, pero mi Papi estaba como un soldadito aguardando a que yo llegara. Al bajar, me recibió con los brazos abiertos y me dio un gran beso de bienvenida. Nos abrazamos fuertemente durante unos minutos y luego, tomó mi equipaje y en un taxi nos fuimos hasta su casa.
Después de un par de horas, cuando abrí mi equipaje, encontré arriba de todo el importante regalo que tenía para darle.
–¡Papiiii!
–¿Qué, mi amor?
–Te traje una cosa que te prometí.
–A ver…
Cuando se lo di, lo palpó y me miró con una sonrisita picarona, adivinando el contenido del paquete, que era duro al tacto y de forma más bien redondeada.
–Mmmm… creo que sé lo que es esto.
–Bueno, abrilo y mirá si te gusta.
Cuando lo vio, sonrió con alegría.
–Es precioso, Loli. Lo voy a poner junto con los otros.
–Lo elegí especialmente. Es bien representativo de París, ¿viste? Tiene dibujados todos los lugares más significativos. Yo estuve ahí, en todos.
–Sí, mi amor. Claro que me gusta. ¡Me gusta mucho!
–Quiero que cada vez que lo mires te acuerdes de mí y anheles con fuerza el que algún día podamos estar juntos en esa ciudad tan romántica.
–Sí, Princesita. Te aseguro que es eso y mucho más lo que anhelo cada día.
Estuve a su lado cuando ubicó mi regalo, junto a su preciada colección.


Lolita.

7 comentarios:

  1. ¡Querida mía!
    Ese plato va a estar en el lugar privilegiado de mis recuerdos.
    Como el día que saliste de viaje, el que regresaste y ese jueves que te esperé hasta que llegó el ómnibus.
    Ojalá que esa pared, sea de ambos, Loli.
    Te amo,

    El Profesor

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  2. Mi deseo para ambos es que podáis recorrer el Sena abrazados el uno al otro, y enamoraros más, si es posible. París es una ciudad hermosa que recomiendo a todo el mundo, porque cualquier rincón os asombrará.

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  3. El casamiento me tiene con la guardia baja, hay cosas que me pueden y me llegan. Cositas chiquitas, como un platito, un reencuentro y un amor inmenso.

    Besos, Loli. Aguante.

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  4. hay regalitos especiales que aunque se situen en " una colección" siempre los llevamos en nuestro corazón no?

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  5. es como que cuando te vas a algún lado sin esa persona, disfrutas menos, pensando en lo mucho que lo extrañas.
    un beso!

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  6. Loli, sos un amor!!!!
    Me gusta que se quieran de esta manera, en realidad, ME ENCANTA!!!

    Uds son un claro ejemplo de que cuando hay amor, entre ambos, pueden vencer todas las adversidades!!!
    En mi corazón está el deseo de que puedan hacer ese viaje juntos!!!!

    Los quiero mucho!!!
    Besos enorrrrrrrrrrrmesss!!!

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  7. hola Lolita, que bonito platito, tu si tienes gusto para los regalos, yo cuendo fui a londres le lleve a mi mama una charolita de metal medio naca :(
    Saludos al profe

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