viernes, 13 de agosto de 2010

Can Street

¡A la pipeta! ¡Qué frío! La Sudestada se vino con todo en este invierno que empezó tempranito y, tal como pinta, parece que no tiene muchas ganas de irse.
El frío me hizo acordar acordar a un día cuando caminábamos por las calles de Córdoba con Loli y de pronto va y me dice:
–¿Viste que los perros también hay clases sociales?
–¿Eh?
–Sí, mirá ese, por ejemplo –dijo, señalándome uno.
–Ese debe ser de raza can street.
–¡Jajaj, Gordi! ¿Qué?
–Can street, Loli, Perro de la calle, de esos que no tienen adónde vivir y que andan buscando que alguien les de algo de comer.
–A lo mejor sí tiene adónde vivir, pero la familia es humilde.
–Es cierto.
–¿Sabés? El otro día empecé a pensar que como las personas, hay perros pobres, pobres, que no tienen adónde dormir y se tiran en cualquier lado.
–Esos serían los “sin techo" entre los perros, ¿no?
–Eso. Tal vez los perros que están por debajo del nivel de indigencia. Después hay los que viven en algún lado, pero los dueños son pobres, o no tienen trabajo.
–A esos los podríamos llamar los perros desocupados, o indigentes.
–Sí, por ejemplo –dijo, entusiasmada, porque le gusta que la escuche en sus reflexiones y acompañe sus razonamientos–. Y también están los que tienen casa, en una familia de clase media.
–¿Media alta o media baja?
–¡Jajaj, Gordi! Bueno, ahí podríamos establecer la categoría perro de clase media y las subcategorías “media-alta”, “media-media” y “media-baja”.
–Loli... La clase media como se la llamaba cuando yo era chico, es una franja en extinción. Ahora, sin no estás en el nivel ABC1, como dicen los publicitarios, no existís.
–Mjm...
–Nos quedan los de clase alta.
–Seh... esos son como la perra que tenía Susana Giménez.
–No, Loli. "Jazmín" era de la clase opulenta, de esos que cada vez hay menos, los muy ricos, los que lo tienen todo, mientras cada vez hay más muy pobres, que no tienen nada.
–Ajá, sí, es cierto –dijo, y seguimos estableciendo una teoría acerca de la manera en que las diferencias sociales también se trasladan a los chuchos.
¿Ustedes se preguntarán qué tiene que ver, eh? Viene a cuento esta anécdota por algo que me dijo Loli en uno de esos momentos en los que me siento cansado, me da la sensación que las fuerzas flaquean y veo el horizonte todo negro.
–¿Sabés qué vi hoy en la parada del colectivo, Gordi? –me preguntó hace unos días.
–¿Qué?
Un perrito… con un pullovercito.



–Ah, sí, hay muchos. No es nada raro, Loli. Hasta hay boutiques para perros.
–No, no... Este no era de esos. ¿Te acordás de las categorías sociales de los perros de la que hablamos?
–Claro.
–Bueno, este era uno de esos perritos “homeless”, los que ni siquiera tienen adónde vivir. Y me enteré que una señora, que le da de comer porque el perrito duerme en la puerta de su casa, agarró un suéter viejo de uno de los hijos, lo arregló y se lo puso al perro.
–No jodas, ¿en serio?
–Sí, claro. ¿Sabés que hay mucha gente así? Que les da de comer o les hacen un abrigo para el invierno.
–La verdad no, Loli, ni me lo imaginaba.
–¿Ves? Si Dios cuida a los perritos y hace que alguien les de comida y agua y hasta les ponga un abrigo en el invierno, ¿cómo se va a olvidar de vos, Papi?

Cuando volví de la calle, en esta tarde gélida en la que cae aguanieve y entré a mi casa, estaba tan calentita y acogedora que me acordé de lo que me había dicho Loli, y agradecí tenerla, y tener la comida de todos los días y todas las cosas que por alguna razón tendemos a creer que tenemos porque sí, porque así tiene que ser, porque es un derecho adquirido. Esas pequeñas cosas a las que no les prestamos mucha atención y que sólo aprendemos a valorar en serio cuando las perdemos. No pude evitar pensar, tampoco, en esa sensatez de Loli, con la que a menudo me deja boquiabierto...
Y ahora cuelgo el post y me voy a cenar y a dar gracias por tener lo que me gano y por todas las oportunidades que la vida me sigue dando.

El Profesor

12 comentarios:

  1. Una chica con los pies en la tierra Loli,la felicito.
    Realmente es así no nos damos cuenta de las cosas que tal vez nos parecen infimas,pero que para otras personas son vitales.
    Un beso y me gusto el post. Ya que es reflexivo y ayuda!

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  2. Perrito!

    He ahi el sentido y complemento que le doy a la frase:"Dios proveerá...",pero también hay que hacer algo nosotros y saber agradecerlo y regresarlo en medida que podamos.


    Abriguense y cuidense mucho.

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  3. Tan cierto! Me pasa lo mismo con "Berenjena" un perro de la semi-calle de mi cuadra. Es de todos y a la vez de nadie, y una vecina le puso una ropita de polar...es un amor! Tanta razón en esas palabras chicos! Hay tantos canes indefensos por ahí...pero si también hay nenes, como no va a haber animales?

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  4. el frio es una experiencia vivida y colectiva que no podemos dejar pasar...

    este invierno es de todos, la diferencia es como nos cubrimos de él, pero hace frio para todos...

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  5. Es maravilloso poder agradecer lo que uno tiene en el día a día y valorarlo cada vez más!

    Cariños para ustedes.

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  6. Es muy lindo ese pensamiento, muy piadoso.
    Me alegro mucho de poder conocerlos, ya que enriquecen mi vida.

    Cariños.

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  7. Ay cada vez que entro a este blog me da una felicidad muy grande. Les juro que ver cuánto y cómo se aman ustedes dos me da mucha felicidad y ternura.
    Con respecto al post, me da mucha pena cuando veo perros en la calle... me dan ganas de llevármelos a todos a mi casa. Qué lástima que no podamos tenerlos :(

    Un beso a los dos

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  8. hoy, estaba en el culto (misa) de bautismo de mi ahijadita, y en el sermon el pastor (cura) hablaba de la avaricia y la codicia.. por ahi no se PORQUE me vino a la mente este post. Poco despues menciona el pasaje en la Biblia donde dice que Dios cuida hasta los pajaritos, ¿como no va a cuidar de nosotros?
    Beso :)

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  9. Les dejé un regalito en mi blog!!!

    Ahí vuelvo a leerlos!!!

    Besotes!!!!

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  10. Me pasa lo mismo, agradezco el tener a mi hija sana, comida en la mesa, un hogar acogedor y caliente en estos fríos días.

    El tema de los perritos de la calle me pueden, será que mi perra fue abandonada una fría noche lluviosa.
    Hoy la miro, tan agradecida, malcriada y me pregunto cómo pudieron tirarla, tan chiquitita. Si ud la hubiera visto lo asustada que estaba.

    Este post me hizo pensar en muchos de esos animales y humanos que viven en la calle, sin un techo, sin un plato de comida caliente, sin un abrigo, sin esos brazos protectores.
    A veces una hace lo que puede, ud me entiende, pero no basta, son tantos y tantos...

    Bueno Profe, le dejo un abrazo fuerte, y cuídese del frío, lo mismo a Loli!!!

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  11. Una idola Loli, tiene los pies sobre la tierra. Saben como son las cosas; no vuela. Ve la realidad. La admiro.
    siempre voy por la calle y me gusta mucho mirar a la gente, todo tipo de gente. Y hay veces que me pongo a pensar porque hay tana desigualdad. Poorque yo estoy en una casa, calentita, con comida, y otra gente esta durmiendo abajo de un puente.
    No se, me iba a expresar mucho mas, pero... Lo lei otra vez y se me fueron las palabras. Terrible. Me encantó

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  12. una analogia muy buena. y con una moraleja aun mejor.
    Dios nunca nos deja sin nada!!

    un abrazo.

    http://elborradordepapeles.blogspot.com

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Lolita y El Profe