domingo, 24 de mayo de 2009

Cena para dos

Esa noche era mi último día de estar juntos en su casa. En pocas horas yo estaría viajando en el colectivo de regreso a la mía.
No habíamos comprado nada para cenar porque del mediodía, que habían venido a almorzar su hija y su nieta, nos había quedado un plato rebosante de unos exquisitos ravioles de jamón y mozarella con salsa de verduras al vapor y pollo que él había preparado –¿Les dije ya que mi Papi me cocina muy rico?–, y como fue en extremo previsor con las cantidades, metió todo el paquete a la olla y ahora nos sobraba. Pero mejor. A la noche los platos suelen estar más ricos.
En eso estaba pensando, cuando a cierta hora le dije:
–Papi…
–¿Mhhh-hh?
–Tengo hambre. Me hace ruidito la pancita.
–¿Qué querés comer, Loli?
–¿Viste los ravioles que quedaron del mediodía..?
–Ajá.
–Estaba re-buenos...
Me miró y sonrió. Hizo una seña para que me acercara a él, me rodeó la cintura con su brazo y me besó, con uno de esos gestos suyos, esas actitudes de papá comprensivo y complaciente que tiene conmigo.
–Bueno, bueno... Entonces vamos a calentarlos, ¿te parece?
–Sí, quiero... ¿Cómo los calentamos?
–A Baño María, mi vida. Mientras yo termino esto que estoy haciendo, vos andá sacando del horno el plato y la olla chica. Ponele hasta la mitad de agua y el plato tapado con la tapa de la olla encima, que ya voy.
–Bueno, papi.
Hice lo que me dijo y al ratito él estaba cuidando que no se quemara y tostando unos pancitos, mientras yo ponía la mesa.
Cuando estuvo listo lo sirvió.
–¿Vamos a comer los dos de ahí?
–Sí, mi amor. Lo pongo acá en medio de los dos y compartimos el mismo plato, ¿te parece?
Nos sentamos frente a frente y empecé por picar los pedacitos de pollo que tanto me gustaban.
En un momento en que dejamos de conversar para concentrarnos en comer, lo miré y le sonreí con ternura y agradecimiento por todo lo que hacía por mí. Y fue entonces –no sé si por el romanticismo del instante o por el hecho de que estábamos compartiendo las pastas–, que me vino a la memoria una imagen de una película de Disney que tantas veces en mi infancia había visto en VHS.


Me acordé de esa escena de “La Dama y el vagabundo” en la que están los dos perritos frente a un gran plato de spaghetti con dos mozos tocando música para ellos –una imagen de pleno sentimentalismo e inocencia–, y ambos comienzan a comer el mismo fideo hasta que sus hocicos se juntan en un beso.
Sonreí al recordar esa imagen y le comenté al Profe:
–Papi... ¿Sabés qué?
–¿Qué, mi amor?
–Parecemos “La Dama y el vagabundo”, aunque ellos no comían ravioles...
Me sonrió con infinita ternura. En esos momentos sonríe más con los ojos que con la boca, con esa calidez de mirada que me emociona.
Hay ciertos detalles que marcan las diferencias generacionales entre nosotros. Quizás es muy propio de mí relacionar ese tipo de cosas que en apariencia no tienen punto de comparación, aunque en este caso el Profe, que no deja de sorprenderme, también vio la misma película.

Lolita

Foto: © Walt Disney Productions

21 comentarios:

  1. me encanta cuando te miran y te dicen todo con sus ojitos. te sonrien y hablan al mismo tiempo con una miradita y sabes todo lo q piensa.

    un beso Loli. muack

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  2. precioso relato y un final lindo al acrdarte de la pelicula "La Dama y el vagabundo"que fue tierna y deliciosa.
    Gracias por hacerte seguidora de mi blog ahora lo haré uo del tuyo...
    Abrazos
    Marina

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  3. Como yame he visto La dama y el vagabudo me hubiera gustado ver esa escena tan entrañable. Esas son las pequeñas cosas y detalles, que al menos a mí, me enamran de mi pareja. Y sabes valorar estos momentos serás feliz.
    Saludos desde La ventana de los sueños.

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  4. ¡QUE RELATO! que manera increíble de describir una situación, un momento de dos. Es muy dificil describir con palabras un momnto tan simple y a la vez tan romántico... Bienaventurados aquellos que pueden percibir y degustar un momento como ese, al igual que la dama y el vagabundo.
    Besotes y gracias por pasar por mi blog.

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  5. Hola Loly, me encanta la imagen de la Dama y el vagabundo para describir el momento delicioso que estaban viviendo, es perfecta.
    Gracias por tus palabras en mi blog.

    Nos leemos, besote
    Estercita

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  6. Qué linda cena. Me encantó el relato. Y es cierto lo que decís de la ternura y de cómo te alegran el alma cuando se rien con los ojos más que con la boca. Besos y que sigan bien

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  7. Las mejores sonrisas son con la mirada. Un abrazo Lolita.

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  8. Es bonita la Dama y el Vagabundo, todavia te laten las peliculas infantiles Lol, son muy divertidas te recomiendo Coraline y la puerta secreta, esta muy padre.

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  9. Mi cielito!!!!
    Me gusta que vivas una relación tan tierna, que te cuiden y te mimen.
    Me gusta leerte, porque dejás conocer más sobre la cotidianeidad que viven.
    La ternura que encierra compartir un mismo plato, que aunque parezca absurdo, es hermoso.
    Lo que me dijeron es que nunca coma de la olla con mi pareja, porque eso augura pelea.
    Soy bastante incrédula, pero me pasó 2 veces, así que por la dudas, no lo hagan!!!
    De la olla, NO!!!
    Besos enormes, mi bebota!!!
    Besos al Profe también!!

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  10. ¡Qué relato más sencillo y tan lleno de sentimientos!

    Es una historia muy bonita. Haces que el lector se traslade a vuestro lado a contemplarla y vivirla en primera línea.

    Preciosa, de verdad.

    Saludos.

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  11. Qué ternura!

    Ché, que me van a hacer emocionar.

    Excelente, como de costumbre.

    Besos

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  12. Jejeje que lindo en verdad...

    (que rico unos rabioles! quedaron? jeje)

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  13. Me encanto el blog, lo voy a seguir.
    Estan invitados a pasarse por el mio de mas esta decir.

    Saludos!

    L.K.P.

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  14. Hay muchas diferencias generacionales, pero a mi entender lo que más satisfechas nos deja (a las que tenemos una relación con alguien mayor) es poder llegar a sacar su ternura, toda su ternura sin que sientan que por eso perdieron su hombría.
    Besos a ambos !!

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  15. Es como vos decis, muchas veces los hombres creemos, o realmente sentimos que "las mujeres", en mi caso en particular "ELLA", es lo unico que nos puede hacer/hace feliz.
    Cuide nomas a su hombre, pocos son los que tienen ese honor... =)

    Que sigas bien, y estaremos leyendonos.

    L.K.P.

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  16. Me sonrió con infinita ternura. En esos momentos sonríe más con los ojos que con la boca, con esa calidez de mirada que me emociona.

    este último párrafo no tiene desperdicio..
    besitos :)

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  17. Esa pelicula es hermosa. Me encanta cuando se miran y pierden la nocion de lo ke estan haciendo y es por eso ke ni se dan cuenta ke comian el mismo fideo je, ke tierno.
    Creo ke pasaste por mi blog porke estas como seguidora. De todos modos te invito a ke pases cuando kieras. leas y comentes si keres.
    Besos desde mardel!
    =)

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  18. Rosita:
    Si, esa es una de las cosas más lindas que hay entre nosotros: la comunicación no verbal. Con una mirada nos decimos más de mil palabras.

    Marina-Emer:
    Esa película es muy tierna y me vino a la memoria en ese momento tan romántico que estabamos viviendo. Gracias por sus elogios.

    Anabel Botella:
    La felicidad está en los pequeños detalles, es cierto. es lo que condimenta de felicidad nuestros días.

    Elian Femia:
    Quizás no nos resulta tan difícil relatarlo porque forma parte de nuestra vida de enamorados... lo relatamos tal cual sucede. Hasta los diálogos son fieles a la realidad.

    Isabel Estercita:
    Era una imágen justa para una noche como esa con una cena como la que teníamos. Fue muy romántico es cierto. Pero es que a mí esas cosas me salen espontáneas. Debe ser que estoy tan enamorada de mi profe...

    Alicia en el pais:
    Sin ternura la vida no es nada. La ternura es la que nos llena el alma de felicidad.

    Mente ridícula:
    No sé si es más tierna la comparación o la manera en que mi profe me miró. Con la mirada nosotros nos podemos decir tantas cosas...

    Aisha:
    Cuando se sonríe con la mirada también se sonríe con el corazón. Y no hay mejor sonrisa que ésa.

    Lilith:
    Gracias por la recomendación. la tendré en cuenta. quizás hasta el profe la quiera ver...

    Paulis:
    ¡Madrina! ¡Gracias por el consejo!
    Aunque quizás no sea más que una superstición mejor no lo intentamos... siempre del plato, siempre del plato...
    Un besote. Te adoro.

    Mar:
    Agradezco tu elogio acerca de nuestro relato. Creo que las cosas tiernas no necesitan ser tan complicadas. surgen de manera espontánea y por eso son sencillas... y hermosas.

    Legión:
    Emocionese tranquilo. Para eso está el relato...

    Amorexia:
    Lamentablemente los ravioles se acabaron esa noche, pero al profe le salen ricos y si te gustan te puede preparar de nuevo... jejeje.

    L.K.P:
    Gracias por la invitación.
    Nos seguimos.
    Y no se preocupe. aunque agradezco su consejo el profe está muy bien cuidadito y mimado por mí.

    Cris:
    La gente grande (y mi profe es un caso particular) es muy tierna. Él se permite sacar afuera toda esa ternura porque yo lo motivo y porque yo soy igual... a ambos nos gusta el amor vivido con dulzura.

    Cl:
    La ternura es precisamente la que hace que se sonría con el alma, con la mirada y con todas las emociones que se mueven dentro del corazón.
    La ternura es capaz de hacer milagros.

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  19. Connie:
    Si, esos perritos distraídos son una ternura. La película es puro romance.

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  20. Me mueroooooo, dios mio, qué ternuraaa!!!!!! No hay nada mejor que compartir un momento así con la persona que más se ama.
    Besos a los 2!!!

    María Magdalena.

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Lolita y El Profe