viernes, 22 de mayo de 2009

Teté y María Pía


Como lo anticipó Lolita en el anterior post, el día que fuimos a ver “Nunca es tarde para amar” (Wolke Neun), cuando por fin pudimos entrar a la sala, los únicos espectadores éramos: nosotros, una señora sola que se ubicó detrás nuestro y un poco más arriba, y una pareja bastante mayor –quizás un matrimonio–, que llamó nuestra atención por la forma de tratarse, estar tomados de la mano sentados y secretear, con esa actitud enternecedora de complicidad de las parejas que compartieron en la vida lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, disfrutando de los momentos gratos y sin esquivarle el bulto a los difíciles, comprendiéndose y apoyándose.
Y también, unos minutos antes que se apagaran las luces, aparecieron tomadas del brazo y buscando una ubicación, Teté y María Pía.
Bueno... en realidad no sabemos, con Loli, si se llamaban así. Quien les atribuyó esos nombres –repaquetísimos y apropiados para las dos “señoras bien” de Belgrano o Barrio Norte–, fue mi imaginación. Eligieron la fila de asientos anterior a la nuestra y se sentaron, conversando en voz baja de sus cosas, con esa forma tan peculiar de hablar como si tuvieran una papa en la boca.
Por su aspecto, podían ser madre e hija saliendo a compartir el cine, o tía y sobrina, o suegra y nuera. Bueno, suegra y nuera me parece más difícil, pero es posible, ¿por qué no?
Recuerdo que en ese momento pensé “Mmm... me parece que se equivocaron de película, chicas. Se van a llevar una sorpresa...”
¿Por qué pensé eso? Porque que soy observador –de niño debí haber sido insoportable, mirando a la gente a mi alrededor con esa actitud desenfadada propia de la curiosidad–, y a veces “juego” con eso de ponerle nombres a las personas e imaginármelas en la privacidad o tratar de prever las reacciones que tendrán frente a determinados estímulos.
La película que estábamos a punto de ver –por los comentarios de la cartelera–, es en esencia una película de amores y desamores, pero con un componente nada usual: el sexo.
Y no hablo de sexo al estilo de una “porno”, claro. Pero sí con la exhibición de cuerpos desnudos y las escenas en las que los protagonistas deben interpretar un orgasmo. En este caso, peor aún, ya que los cuerpos desnudos no son esculturales y perfectos, sino los de una mujer de sesenta y cinco años (Ursula Werner), con rollitos y con todo aquello que tiende a caer con el transcurso del tiempo en la etapa de la senectud; y el de un hombre de setenta y seis (Horst Westphal), que aparece como lo que es, un anciano, con el aspecto que tiene un hombre de su edad.
El hecho que aparezcan desnudos –reflexiono–, es parte de la trama y según mi criterio estético, está muy lejos de la obscenidad. Sólo un prejuicioso o una mente enferma puede calificar así las escenas de intimidad de esos dos viejitos que se enamoran en el otoño de su vida.
Aunque no me gustan para nada los juicios de valor, sólo alguien que no puede tolerar verse en ese “espejo” que es el filme, puede sentirse molesto o disgustado.
De ahí la diferencia entre la actitud del matrimonio (o pareja, o lo que fuere) que mencioné al principio, y la de Teté y María Pía (o como fuera que se llamaran) que empezaron a removerse, con visible incomodidad, cuando los protagonistas iniciaron el rito de desvestirse.
Ni les cuento el gemido casi doliente que emitieron a dúo Teté y María Pía cuando Úrsula Werner, a caballito de Horst Westphal, actúa un orgasmo creíble y estéticamente bello.
Tampoco sé cómo aguantaron hasta la próxima escena íntima. Dado que no quería perderme ni el argumento, ni las imágenes ni los diálogos, no pude prestarles mucha atención a esas dos mujeres sentadas en la fila anterior a la nuestra, pero creo recordar que María Pía le hablaba al oído a Teté y Teté le contestaba de la misma manera a María Pía.
Me imagino este diálogo, cuchicheado y apenas audible para no molestar:

–¡Pero esta película es un asco, nena!
–Decía que era de amor, mamá... ¿a vos te parece?
–¿Cómo van a mostrar esto en la pantalla?
–Vos sabés cómo son los alemanes, mamá. No les interesa nada de nada... ni la moral, ni la familia.
–¿Será toda la película así?
–No sé...
–¡Ni pienso quedarme acá sentada viendo esta asquerosidad!

No sé si el diálogo fue así, pero la actitud fue consecuente con ese discurso de “moral y buenas costumbres”, porque cuando comenzaba la siguiente escena donde los protagonistas aparecen desnudos, Teté y María Pía –ofendidísimas las dos–, se levantaron y, cuidando de no errarle al escalón (como uno que yo conozco en el cine de Córdoba), se retiraron dando bufidos.
–Estaba seguro que no aguantaban –le susurré a Lolita.
–¿Qué no aguantaban la película? –murmuró ella.
–Mhhh-hhh –contesté–. Después te explico.
Y seguimos mirando esa bella obra cinematográfica, pletórica de humanidad.
Cuando terminó la película, y mientras bajábamos los tres tramos de escalera que antes habíamos subido, le expliqué porqué estaba seguro que no iban a aguantarse hasta el final, Teté y María Pía.
Porque quizás no toleraron verse en ese espejo de la propia vida que a veces es el cine, y en especial cuando la película es profunda y aborda temas de esos “de los que mejor no hablar”. O porque quizás Teté era viuda o separada hace mucho tiempo y ver a una mujer de su edad disfrutando del sexo, le removió cosas en su interior que creía que ya no iba a volver a sentir: recuerdos, sensaciones, vergüenzas... ¡vaya uno a saber!
También puede ser que, dado que ambas tenían el aspecto de ser “señoras de su casa”, con “familias constituidas sobre la base de valores morales”, les resultaba intolerable mirar de frente situaciones en las que, a veces, nos involucra la vida y como madre e hija –si es que lo eran–, les daba vergüenza, porque inferían que a la otra le daba pudor lo que miraban.
Recuerdo que alguna vez tocamos el tema de lo difícil que resulta imaginarnos a nuestros padres teniendo sexo. Quizás en Teté y María Pía (o como se llamaran) encontré una clave para comprender, por ejemplo, la actitud de mis hijos, respecto de mi relación con Lolita.
Y es que la juventud de Loli quizás sea el símbolo y, al mismo tiempo, el detonante en la mente de ellos, que su papá todavía, además de enamorarse, pueda hacer lo que ellos hacen y creen –de manera equivocada–, que los adultos del Jurásico dejamos de hacer hace mucho tiempo. No sé, es mi reflexión. Espero que se haya entendido.
Como sea, mientras caminábamos mirando vidrieras, con Loli nos fuimos haciendo una película propia acerca de Teté y María Pía. Y como cada vez que imaginamos algo, no sólo nos reímos con ganas, sino que tratamos de encontrarle el lado positivo a la cosa, el aprendizaje que nunca termina en esta vida.
La película, claro está, la recomendamos para aquellos a quienes les guste el cine y las historias románticas. Que no es otra cosa: una historia de amor, la eterna tragicomedia de nuestra existencia.
¡Ah! ¡Casi lo olvido! La pareja mayor (o matrimonio) que mencioné al principio, salieron hablando entre ellos, tomados de la mano... como Lolita y yo.
¡Unos tiernos, los viejitos esos!

El Profesor

Foto: Escena de la película.

16 comentarios:

  1. Claro, como si fuese que esas chuchetas no son producto del sexo también! Me gustó la imagen de la pareja de viejitos. Hace poco, un domingo, caminaba cerca del mediodía y delante de mí iba una pareja de viejitos, agarrados del brazo. Me dio ternura y pensé en la suerte que tienen al tenerse mutuamente. No tendrán juventud, pero tienen mucho más que eso.

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  2. Holas....

    que mas que agregar profe, si ya lo menciono todo xD.... esos son puritos prejucios de gente que no ve mas haya de sus narices, gente que solo piensa en el que dira la gente si no sigue "los estandares de la moralidad" ....

    me pregunto... si se percataron de la presencia de uds 2 en el cine.... que habran pensado (ya el profe deve haberse armado la pelicula jejeje), a ese tipo de gente no le cabe en la cabeza una relñacion estilo profe y loli... asi que como cualquier transeunte pensaran que son padre e hija...

    - "Oye y si viste a esa parejita arribita de nosotros?"

    - "huy si, como un padre puede llevar a su hija a ver un espectaculo de esa calaña"

    - " Con padres asi, logico que la sociedad este tan descarriada...."

    y seguirian con una charla aun mas absurda y descarriada por un buen rato xD

    ojala que la gente dejase los prejucios, tanto en la manera de ver las relaciones amorosas (loli y profe... y en la vejez), como los demas aspectos de la vida.

    eso haria de este mundo un lugar mejor... pero como todos sabemos... lo que se necesita para cambiar... es educacion!!!

    un saludo, y como dice un profe que tuve... "voy a desasnar a la poblacion!"

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  3. Ainss Profe, es que la gente es una intransigente y seguimos anclados en el siglo xv..El mundo ha avanzado pero la mayoría de la gente sigue viviendo con tabues, con respecto al sexo y muchas otras cosas..
    Veré la película y me alegro muchísimo de que hayan disfrutado de esa sesión de cine..
    Besitos dulces..

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  4. Querido ahijado, me gustó mucho el post.
    Voy a ver esa peli, entre ud y Loli me contagiaron las ganas!!
    Con respecto al tema de que como hijos nos cuesta imaginar a los padres haciendo el amor (porque tener sexo, no da), le cuento que eso me sucedía en mi adolescencia.
    Hoy mi viejo no está, y me encantaría que mi madre se enamorara, pero no me la imagino gozando ni haciendo el amor, en realidad no me pasa eso, por la cabeza, con nadie, jajaja. Lo que no puedo ver, es una peli erótica con gente desconocida ni conocida.
    En un cine no tengo drama, pero me ha pasado de estar en una reunión y que, por equis motivo, se vea una peli erótica... y ahí sí me siento incómoda.
    Ya veré por qué, jajaja.
    Un beso y espero que esté mejor!!!

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  5. Teté y Ma Pía se levantaron porque debían guardar las apariencias, que triste es tener que guardarlas delante de alguien tan cercano.
    El amor en la tercera edad es la última oportunidad de reírle a la vida.

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  6. Sí, tiene sentido la reflexion profe, porque ver una película con escenas de sexo con mi mama a mi me pondría bastannnte incómoda...
    Yo creo que no debe ser fácil para sus hijos afrontar que su papá también es un HOMBRE con toooodas las cosas qe eso significa...
    Por lo menos así lo veo yo
    :P
    besos y buen finde!

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  7. Pues me ha parecido muy interesante tu post, Profesor. La peli no la he visto pero intentaré hacerlo. Por lo que cuentas parece una historia de amor maduro en la que incluyen algo real: el sexo. Algo que mucha gente parece o finge obviar. La gente folla, y lo hace a cualquier edad. En cualquier caso yo creo que quien se escandaliza es el ojo que mira y no lo que se mira no?
    Yo desde luego siempre he tenido muy claro que mis padres follaban, sí. A veces harían el amor no te digo que no, pero los ruidos en su cuarto no indicaban que mientras se hacían el amor, además, follaban a saco. Y a mí esto no me ha dado nunca grima, al contrario, me ha parecido hermoso.
    Además la idea de seguir follando de mayor me hace recuperar la pregunta… ¿A qué edad se abandona el sexo? ¿Existe realmente alguna buena razón para dejarlo? Yo creo que no.
    Me gustó tu post.
    Un besazo

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  8. No conocía esta película, pero me la apunto. Y con respecto a Tete y María Pía, a veces no se sabe qué se va a ver al cine. Igual si la hubieran visto en la intimidad, no se hubieran levantado, o igual sí. Los prejuicios nos pesan como una gran losa. Es una pena, pero es así.
    Saludos desde La ventana de los sueños.

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  9. Caray! Es sábado a la noche y no tengo (no tenía, mejor dicho) ningún plan, Luego de leer tu post, he decidido ir al cine a ver esa película. Gracias por el buen rato de lectura y por el impensado impulso para salir hoy. Besos a ambos!!

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  10. Mente Ridícula:
    Quedan pocos de esos viejitos pero, para bien de la humanidad, quedan y dan el ejemplo. Seguro que habrá quien lo tome...

    Amante:
    ¿Sabe que no lo habíamos pensado? Nosotros dos ahí sentados, tomados de la mano, como los viejitos... Es cierto. Pero me pregunto: ¿nos habrán registrado?

    Susy
    Que la disfrute como la disfrutamos nosotros.

    Paula:
    Si puede, véala. Creo que le hará bien.
    Gracias por el deseo, estoy un poco mejor.

    Cris:
    "El amor en la tercera edad es la última oportunidad de reírle a la vida". Impagable, su reflexión.

    Cl:
    Pues, ¿sabe qué? Se van haciendo a la idea. Claro que debo decir, en descargo de ellos, que son personas jóvenes bastante especiales (no exentas de ciertas actitudes, pero sí con capacidad de comprender), que son capaces de comprender, asimilarlo y aceptarlo.

    Maldita Inocencia
    No sé si hay cosa que haga más bien para la salud psíquica de un hijo, el saber que sus padres no sólo hacen el amor, sino que tienen pasión suficiente como para follar a saco, como lo define usted.
    Aunque las apariencias parezcan decir otra cosa.

    Anabel:
    Desde pequeños, nos meten tantas "losas" de prejuicios e inhibiciones en nombre de las "buenas costumbres", que nos estropean la salud, la naturalidad y la capacidad de amar sanamente. Digo, es una reflexión...

    AndyPeCas
    ¡Qué bueno! Que la disfrute. Y mañana, si le viene bien, cuente qué le pareció.

    Gracias a todos los comentarios.

    El Profesor

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  11. Que manera de imaginarte cosas.jaja!!Besos

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  12. Me parece una idiotez el hecho de pensar que la gente "grande" no tiene sexo.
    Yo sé que mis papás lo tienen y me parecen perfecto.
    De hecho les recomendaría hacerlo.
    Más alla de que está esa cosas de mi "mami es virgen" y mi "papá y mamá nunca hicieron nada ni hacen ya"; creo que se olvida que son personas, independientes y que pueden hacer de su vida lo que quieran.
    Es sencillo, mientras no se pongan a garchar en la mesa del comedor en mi presencia, está todo bien.

    Y si, te mataron en el Arteplex, pero en el Multiplex y el Atlas es más caro, a no ser que tengas algún cupón.

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  13. El sexo como el amor no tiene edad. Hay muchas formas de sexo, hasta el contenido en una mirada, lo malo es reprimirlo, salen todas estas actitudes de Pía & Cía. Abrazos.

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  14. Creo que no es la película apropiada para ver con una hermana, con mamá, con una amiga.
    En todos caso es una pelicula para ver en pareja; por eso ustedes y la pareja de viejitos salieron felices.
    Es normal que sin saber de que trataba se hayan sentido incómodas, a mi me hubiese pasado igual.

    Besitos Lolis, saludos profe.
    PD: Buen comienzo de semana...

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  15. QUe la gente la pase bien, el sexo entre viejitos es mas comun de lo que la gente piensa, pero como la ancianidad tiene un halo de inocencia o trsitemente de fealdad para muchos, se cae en el cliche, vean la peli de ELsa y Fred.

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Lolita y El Profe