viernes, 4 de diciembre de 2009

Señora...

Con Loli habíamos decidido no escribir más acerca de las vicisitudes y tribulaciones que, durante estos dos años, tuvimos que padecer
–nosotros y el papá de Lolita–, debido al asedio continuo de su madre.
No obstante para dar por finalizado el tema y puesto que ayer fue sancionada la Ley de Mayoría de Edad, de común acuerdo, decidimos publicar este último post.
El tema judicial quedó cerrado cuando la jueza, como Poncio Pilatos, se lavó las manos y dio por terminado el incidente, sin hacer lugar a acción judicial alguna, decretando que era un tema de familia y no de la Justicia.
En lo familiar, se terminó cuando la madre de Lolita asistió a esa única sesión en la que terminó por perder el respeto y el cariño de su hija, por esa última actitud empecinada, irracional y mezquina.
Lo que no contamos es que intentó seguirla en la justicia criminal, pero tampoco encontró eco ni siquiera en Terminator, su propia abogada quien –como era de esperarse–, terminó cansándose de tanta locura y cuando le dio instrucciones para que iniciara una acción penal por corrupción y demás insensateces, su letrada decidió cortarla de una vez y le dijo que sí, que estaba todo bien, que no había problemas, pero que ese juicio le iba a costar la simpática y redonda suma de diez mil pesos ($ 10.000), pagaderos por anticipado.
Fin de la cuestión. Si se trata de pagar, la cosa ya no funciona. No sé si Terminator cobró los honorarios regulados por la Señora Jueza, pero si no los cobró por anticipado, me temo que va a tener que apelar a la ejecución de honorarios para poder hacerse con sus emolumentos profesionales.
La Madre Argentina de Principios Morales hizo un último amago, pidiéndole al abogado del padre de Lolita –sí, como lo leen, aunque parezca un dislate–, que la vinculara con un fiscal, ante el cual hacer la denuncia.
No sé qué le contestó el abogado, pero sí sé que ese fue el final definitivo. A partir de ese momento, y después de la sesión en el espacio psicoanalítico de Lolita, sobrevino la calma.
Ayer, y como si fuera un acto de justicia natural, en el mismo mes, un año después que la señora le estropeara a lo grande el momento de la graduación a su hija, el Congreso de la Nación sancionó la ley por la cual Loli a partir de hoy es mayor de edad, adulta y libre de tomar sus propias decisiones, entrar y salir del país cuantas veces se le dé la gana, formar pareja o casarse con quien ella prefiera, abrir una cuenta de banco o celebrar un contrato.
Hace un año Lolita ni se imaginaba que algo así iba a suceder menos de doce meses después de esa espantosa noche de pesadilla que debió haber sido para ella una de las noches más gratificantes y mejor recordadas de su vida, puesto que durante sus doce años de estudio se había esforzado y esmerado, ganándose el reconocimiento de haber sido una alumna excepcional que llegó al punto de ser premiada por la gobernación de su provincia por la excelencia en sus estudios, hecho que, dada la situación generalizada de la educación en nuestro país, la distingue aún más.
La profesora que le entregó el diploma ese 11 de diciembre de 2008, un día después le envió una carta de la que rescato este fragmento:

“Ayer te decía que había sido un placer inmenso conocerte y lo será siempre, porque has sido esa alumna que quisiera tener siempre. Tenés ese don de humanidad, esa madurez que transmite paz, esas ansias de aprender y enriquecerte, esa claridad para distinguir lo bueno de lo malo, esa alegría de emprender desafíos en este mundo mediocre, esa aspiración de superarte a vos misma sin atropellar a los demás, ese brillo diferente que te hace tan especial. ¡Cuántas cosas más podría decir de vos! Yo no tengo esa virtud de poder expresar en palabras todo lo que siento.
”Solo te pido que nunca abandones ni canjees estos valores, aunque el mundo no comprenda estas virtudes, aunque ser diferente te aleje del montón, aunque ser honesta te represente un esfuerzo más. No dejes nunca de ser coherente con tus pensamientos. No dejes de perseguir tus sueños. Los sueños serán tales si los perseguimos porque una vez alcanzados dejan de serlo. No pierdas tu esencia que está hecha de buena madera, soporta más de lo que te puedas imaginar”.

Significativo y esclarecedor el texto, ¿verdad? En especial, porque esa profesora no tenía ni idea de lo que estaba haciendo y soportando su alumna por afirmar sus valores, sostener sus sentimientos y perseverar para hacer realidad sus sueños.
Recuerdo como si fuera hoy la llegada a Córdoba, el viaje hasta el salón de actos donde se llevaría a cabo la ceremonia, el calor de la tarde, la ilusión de Lolita, la ceremonia, la mirada insidiosa y premonitoria que me echó su madre y todo lo que ocurrió después.
Quizás con el tiempo pueda olvidarme de la angustia que pasé en la habitación del hotel luego que Loli tuvo que irse con su madre para no empeorar su situación, y el dolor que pasamos juntos a la mañana siguiente –una mañana en la cual hasta el cielo lloraba–, cuando decidimos que era mejor que me volviera a Buenos Aires.
Hoy, por la sanción de la ley, recuerdo cómo intenté consolarla con el viejo proverbio chino y contándole que quizás, en pocos meses, podría disfrutar de la sensación de libertad que produce el saber que la ley lo faculta a uno a tomar sus propias decisiones de vida.
Más de una vez me cuestioné acerca del hecho que quizás la relación que teníamos era, para la Princesita, un precio demasiado caro a pagar. Y aunque a veces dudé de estar haciendo lo correcto, en dos oportunidades tuve la certeza que mis actos no eran desacertados y que estaban guiados por mis sentimientos por esa jovencita sorprendente que la vida me había cruzado en el camino.
La primera vez, el día que por teléfono le contesté a la madre que si quería hablar conmigo no tenía el menor problema, con la única condición de que Loli estuviera presente, porque hacerlo de otra manera era, para mí, faltarle el respeto.
El segundo, cuando la enfrenté, cuando puse a Lolita a mis espaldas, cuando la saqué de sus casillas porque no estaba habituada a que existiera alguien a quien no pudiera manipular ni obligar a hacer lo que ella, en su mesianismo, creía que era lo más conveniente para su hija y para todos los demás.
Mientras tenga vida voy a recordar esa noche y a sentirme satisfecho de mi actitud, porque creo que ese fue el momento del punto de quiebre de una situación que podía haber tenido consecuencias nefastas para la vida de Loli. Conforme –no orgulloso–, por haber enfrentado a esa mujer pensando en las consecuencias que cada acto podía haber tenido para la Princesita y decidido que, ocurriera lo que ocurriese conmigo, estaba dispuesto a hacerme cargo de las consecuencias.
Todos los que leen nuestro blog saben qué ocurrió después. Pese a esa situación y a las otras que se sucedieron durante el año, con nuestros aciertos y nuestros errores, con nuestras grandezas y nuestras miserias y pese a la distancia, todo fue mejorando paulatinamente para nuestra peculiar pareja-despareja.
Hasta hoy, cuando Lolita puede estrenar su nueva condición de persona mayor, adulta y libre y yo sentirme tan regocijado como pocas veces en mi existencia y ambos tan contentos y emocionados como esa primera mañana de diciembre de 2007, cuando nos miramos a los ojos, nos abrazamos, nos dimos un beso y nos tomamos de la mano por primera vez.
Si hay una lección que aprendí de la vida es que las cosas no suceden porque sí. Que, por lo general, no tenemos la potestad de darnos cuenta de cómo se entrelaza la existencia de las personas y cómo la vida va tejiendo sus destinos –a veces de manera enigmática–, a partir de los actos de los seres humanos y del ejercicio de su libre albedrío.

Escribió alguien, en un comentario, que es un privilegio ser el primer amor de una mujer, del mismo modo que también lo es ser el último amor de un hombre. Si eso es cierto, agradezco a la vida el privilegio que me otorgó y me siento dichoso por ello.
Por eso hoy, sin rencor ni anhelo de revancha –y lo escribo muy en serio–, quise escribir esta reflexión que también es para la mamá de esa mujercita a la que amo como nunca antes amé a nadie en lo que llevo de vida.

A esa mujer que tuvo el privilegio de traer al mundo a una personita tan bella por fuera como por dentro, quiero decirle que le agradezco haberle dado la vida a Lolita.
Que descuide, que no tema, que no sienta que estoy haciéndole daño. Que tenga por seguro que, si algún día me doy cuenta que yo soy la causa del dolor y de la desventura de su hija, sin que ella tenga que pedírmelo ni exigírmelo me alejaré por propia voluntad, aunque se me parta el corazón.
Que durante estos dos años he hecho lo posible para que fuera feliz, para que se divirtiese, para que creciera y la he cuidado, mimado, halagado, sostenido, enseñado, acariciado, obsequiado y hasta consentido como merece una mujer y hasta como debe uno hacerlo con un hijo.
Y es que, parafraseando a Lolita me enamoré perdidamente –como suele ser el último amor–, de una mujercita nacida en otra época que bien podría haber sido mi hija... pero que no lo es. Así yo, El Profesor, me enamoré de Lolita.
Me permito, para finalizar, transcribirle un fragmento de una canción de Serrat que yo escuchaba cuando hace tanto, tanto tiempo, tenía la misma edad que tiene Loli hoy:




Póngase usted un vestido viejo /
y de reojo en el espejo /
haga marcha atrás /
Señora...
Recuerde antes de maldecirme /
que tuvo usted la carne firme /
y un sueño en la piel /
un sueño en la piel...
Señora...

Ojalá pueda usted dar marcha atrás en su propia vida y recordar aquellos tiempos ya pasados, cuando su piel anidaba un sueño, Señora...

El Profesor

18 comentarios:

  1. Imagino que pronto habra boda, o por lo menos viviran juntos, ya nada lo prohibe.

    La señora deveria aprender del profesor, aunque esta ruco cree en el amor. eso si no imagino a la mama de lola con uno de 18

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  2. En realidad esta mujer me da un poco de pena. Ha perdido el cariño de seres que amaba, y se ha perdido el respeto a sí misma.

    Un besito ;)

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  3. Qué bueno!!!!!!!!!!!!
    Me alegro indeciblemente por ustedes dos.
    Creo que todo, lo bueno y lo malo, tiene su recompensa y su castigo mientras vivimos.
    Me siento feliz porque ahora ya nada que haga un tercero insatisfecho y egoísta puede dañarlos.
    Los quiero mucho!!!!!!!!!!!!
    AN

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  4. Hay que dejar las cosas atrás y seguir adelante..

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  5. Adrian, Anabel, An, Cris:

    Creimos que teniamos que finalizar la historia de una vez por todas para poder seguir adelante.
    Veremos qué nuevas y agradables sorpresas nos tiene reservada la vida.
    Gracias por los comentarios y por el afecto.

    El Profesor

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  6. Que más se puede decir sobre su reflexión que: "Espero que esa mujer que le dio la vida a Loli recapacite, que cambie su forma de pensar sobre su hija. Ella en algún momento tuvo la misma edad que Loli y sabrá perfectamente que el primer amor es único, inolvidable y hermoso...por eso y por muchas cosas más tendrá que entender que es momento de guiar a su hija en el largo camino de la vida pero no diciendole que lo que hace esta mal sino apoyandola en sus decisiones. Todos tenemos el derecho y el deber de perseguir nuestros sueños, cometer errores y aprender de ellos...es parte de nuestra vida, del largo camino que significa estar vivo."
    Sinceramente, espero -con una mano en corazón- que tanto Ud. Profesor como Loli pueden seguir con su historia sin tantos contratiempos.

    Besos y Mucha Suerte,
    Anjolie.

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  7. Anjolie:
    Gracias por tu profunda reflexión y tus deseos.
    Te lo agradecemos de corazón,

    Lolita & El Profesor

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  8. Yo me tome la libertad de escribir un comentario a Doña mama de Lolis un dia, no se si lo haya leido, pero por experiencia propia, con las nuevas aventuras que les esperan a ambos les digo que no volteen para atras, ya lo vivieron,ya tocaron fondo, ahora, alo que sigue,sea lo que sea,van los dos juntos.Algún dia Doña mamá de Lolis reaccionará y ahi estarán ustedes, puestos a recibirla con los brazos abiertos, sin el corazón manchado de rencor.
    Cuidense.

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  9. Solo resta ver hacia el futuro Lolita, acepta a tu madre como es (por que probablemente nunca cambiara), quierela, vive tu vida y se feliz.

    Afortunadamente ya eres mayor de edad legalmente, y pues si hay un precio que pagar por una relación creo que hasta pagaste de mas, ahora disfruta, sin tantas presiones.

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  10. Lolis, profe:

    Antes que nada agradezco infinitamente sus palabras en mi blog, son muy valiosas para mí y para comenzar mi nueva etapa.

    Felicidades a Loli que ya es mayor de edad. Estoy segura que solo vendran cosas buenas para ambos, se lo merecen.

    Besos y abrazos para los 2.

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  11. Levania, Lilith, French/Kitty:

    Gracias por todo ese afecto y por sus palabras :)

    Loli & El Profe

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  12. Hola Profe y Lolis!!!
    Aunque lo subiste vos al post, estimado amigo, me dirijo a los dos porque esto que me pasa es diferente.
    Y te tuteo Profe porque hoy no somos los personajes blogueros, somos uds, mis amigos y yo; y es así como nos tratamos en la intimidad.

    Estoy con Santi tomando un café y nos pusimos a leer juntos este post.
    Y se me cayeron las lágrimas porque, a pesar de que siempre les puse onda, me dolía lo mal que lo pasaban (y pasaron).
    Me emocionan tus palabras Profe, el amor no es egoísta y se que sos un hombre de bien que le evitarás cualquier pesar a Lolita. Lo vi en tus ojos cuando nos pudimos dar ese abrazo amistoso.
    Como también vi los ojos de Lolis, que solo hablan de una persona llena de ternura (y con carencias de ella, muy fuertes), lo sentí cuando vino corriendo a abrazarme y me dije: si fuera mi hija, no dejaría que abrazara a otra persona de esa manera. Me entienden a qué me refiero.

    Yo siempre voy a estar para uds, los quiero mucho pero mucho.
    Y para cortar con el moqueo, les dejo un beso asiiiiiiiiiiiiii de enorme a ambos y saludos de mi amor especial, que por suerte, imita tu proceder y me cuida y me mima bastante.

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  13. Profe: hace falta que le diga adònde lo va a mandar la lolita dentro de unos añitos??? Sì, ahì mismo :)
    Discùlpeme, los domingos me sale la mala, muejeje :)
    Pero no me haga caso, siga soñando.... mientras pueda

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  14. No, sandra-atelier.blogspot.com, no lo sé. Todo es posible, claro.
    La vida es riesgo.
    Fíjese, hay que cruzarse a diario con gente como usted, mire cuánto riesgo se corre día a día.

    El Profesor

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  15. Guau! qué alivio encontrar un par que le pase lo mismo que a mí. No sé qué diferencia de edad tendrán ustedes, pero supongo que saben bien sobre todo Lolita, que es la menor de ambos, lo extraño y a veces traumatizante que es vivir rodeada de gente contemporánea que no lo comprende a uno, y ser siempre la sensata y madura en todos lados llegando al punto de sobresalir hasta la envidia irremediable de mucha gente. Y lo bien que se siente encontrar alguien con quien finalmente se puede hablar como quien dice ''a calzón quitado'' aunque este alguien esté fuera de los parámetros de lo que el grueso de la gente suele hacer (para no perder la involuntaria costumbre de sobresalir).
    Me alegro mucho por ambos que estén juntos. Yo todavía no tengo la mayoría de edad y vivimos a 100 km de distancia, pero el año que viene me voy a vivir a donde está el y, si todo sale bien, vamos a ser ''felices por siempre''(o al menos por un tiempo)...
    Me alegra aún más que mi historia, la de ustedes, y de cuántos más suceda en la vida real y se pueda vivir a flor de piel. Es en estos momentos que uno le agradece a la vida (o a Dios si cree en él) el existir.
    Saludos!

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  16. Estimados:

    Eso es lo que hay que hacer, soñar y vivir cada día y hacer oidos (y ojos) sordos (y ciegos) a quienes han perdido la magia, la esperanza y solo les queda envidiar a los demás por lo que no tienen y no-volar.

    Me alegro mucho por ambos, se abre para ustedes una nueva gran puerta y me imagino con más proyectos, adelante!

    Un abrazo

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  17. solo de cirte que también desde hace dos años comparto mi vida emocional con un hombre que me duplica la edad: 30-60. algo sé de dudas, preguntas y de maravillas de este tipo de amor...
    candle

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  18. Muy bien, chicos! Qué bueno es poder cerrar una etapa dolorosa, aunque hay dolores que quedan en el Alma, porque lo que hace esa mujer es incomprensible.
    Me imagino la felicidad al ver la nueva Ley sancionanada...
    Besos enormes para los dos!

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Lolita y El Profe