miércoles, 24 de marzo de 2010

2x1 en pastas

Ese miércoles por la mañana llegamos a la cuidad de Carlos Paz. Con los bolsos a cuestas, nos dirigimos al hotel cuya reserva habíamos echo por Internet y que, afortunadamente, quedaba a pocas cuadras de la terminal de ómnibus.
Una vez que entramos, nos acomodamos, dejamos los bultos, nos pusimos ropa cómoda y dimos una vuelta por la infraestructura hotelera para ver de qué se trataba, decidimos salir a caminar por el lugar para conocer más a fondo todas sus posibilidades.
Había un lindo sol en el cielo y el calorcito era importante. Con el Profe ya estábamos soñando con el chapuzón que nos íbamos a dar en esa enorme pileta y en ese jacuzzi climatizado que habíamos visto (una de las tantas instalaciones del hotel) cuando regresáramos.
Era casi el mediodía, habíamos caminado bastante y nuestros estómagos reclamaban ser llenados con algo de manera urgente.
–Papi…
-¿Qué, Bebi?
–¿A vos también ya te entró el hambrecito?
–La verdad que si, tengo un agujero negro por acá y me está empezando a hacer un ruidito…
–¿Y qué podemos comer?
–Ahora, si queremos ir a esa hermosa pileta, podemos pasar por el súper, comprar lo necesario y almorzar en una de esas cómodas mesitas con sombrilla que están junto a las piletas, Loli.
–Es cierto… ¡Me parece bárbaro! ¡Hagamos eso, papi!
Íbamos camino al súper, pero cuando pasamos por un restaurante de donde salía un delicioso aroma a pastas y en la puerta, en un cartelito se anunciaba: “Hoy, día de pastas”, nos detuvimos a mirar.
–Mmmm… mirá Papi… qué rico. A la noche podemos comer pastas. ¿Qué te parece?
–Estaría bueno. A mí también me dio el antojo.
Seguimos camino, entramos al súper y compramos una gaseosa, fiambres y pan para hacernos sándwiches. El Profe también quiso unas papitas saladas para la “picadita”.
Cuando estábamos en la caja pasando los productos, y una vez que el Profe terminó de pagar, la señorita que nos cobró nos entregó un papelito de promoción.
–¡Mirá! ¡2x1 en pastas para el restaurante Il Gatto!
–¡Qué bueno! ¡Podemos ir hoy mismo!
–¡Qué coincidencia!–Dije contenta- Il Gatto es medio caro, papi, pero es un restaurante muy fino y se come rico. Nos conviene ir con este 2x1.
Así que esa noche, nos dirigimos allí y nos sentamos en una mesita muy cómoda ubicada al aire libre.
El servicio fue excelente y la comida ni que hablar. Un manjar. El profe disfrutó de una lasaña de carne y verduras, y yo de unos ravioles cuatro quesos. Parecía poco a la vista, pero nos dejó más que satisfechos.


Cuando llegó la cuenta, yo la tomé y me puse a revisarla para comprobar que realmente nos hubieran cobrado al precio de uno. Eso estaba bien, pero…
–¡Gordi!
–¿Qué, mi amor?
–¿Te cobran los cubiertos? ¿Ocho pesos de cubiertos?
–Mmmm…
–¡Nos hubiéramos ahorrado esa plata y les decíamos que no queríamos los cubiertos, que no los necesitábamos!
El Profe largó una tremenda carcajada ante mi ocurrencia.
–¡Ay, Loli! ¡Por Dios! ¡Sos terrible!
–Ji, ji, ji…Podríamos haber evitado este gasto diciendo que nosotros pertenecemos a un clan o a una tribu muy especial que come con las manos… hubiéramos necesitado un paquete entero de servilletas para esta comida, pero nos ahorrábamos ocho pesos…
El Profe no paraba de reírse, y yo también empecé a tentarme con mi chiste. Terminamos riéndonos juntos de la broma.
Luego de dejar el lugar, nos fuimos caminando de la mano en esa noche hermosa de verano que invitaba a los momentos más románticos. Nos volvimos al hotel luego de sacarnos el gusto de comer pastas y de aprovechar una increíble oferta de 2x1.

Lolita.

7 comentarios:

  1. hayy yo fui a Il Gato.. hay tambien en los shopping de Buenos Aires no? Fue al almuerzo de una amiga por... haber pasado de año jajajaja.
    Besos!

    ResponderEliminar
  2. Loli:
    Sos especialista en cupones y ofertas 2X1. ¡Como en el cine!
    Es cierto, me hiciste reír mucho con esa carita de sorpresa y ese "¡Pappiii! ¡Nos cobraron los cubiertos!"
    Jajaj
    Pero comimos bárbaro, ¿eh?
    Besito

    Tu Profe

    ResponderEliminar
  3. ¿$8 cada uno? Son unos ladrones. Me imagino que los manteles y servilletas eran de tela, había panera con pancitos saborizados y el mozo era todo un caballero, sino no se justifica.

    Cariños a los dos.

    ResponderEliminar
  4. Al leer el titulo de la entrada pense en el cine en miercoles, un beso

    ResponderEliminar
  5. Es que en IlGato se paga la marca...es así...como cuando te comprás un Jean caro, la misma miércoles que los demas, pero de marca!!

    ResponderEliminar
  6. Loli:
    Ay que rico!!, aunque no me gustan muchos las pastas debes en cuando salir a comer alguna especialidad esta bueno. Igual es normal que te cobren los cubiertos porque en muchos restaurant se cobran la marca no la comida.
    En Buenos Aires hay un Il Gatto, ya fuimos varias veces para comer con Joa y Gipi y los niños, pero es cierto te cobran cubiertos y es muy gracioso como dijo Mia (mi sobrinita) "Mamí, me los puedo llevar, si los compre".

    Besos,
    Anjolie

    ResponderEliminar
  7. Loli:

    No sabes cómo reí con esta entrada jejeje, pero no era mala idea la tuya!!!!!

    Me alegra verlos felices, aunque no pase seguido a comentar, paso seguido a leernos por que son divinos, los aprecio, me encantan!!!

    Mis mejores deseos para ustedes, besos y abrazos para ambos!!!!

    ResponderEliminar

Puedes dejar aquí tu comentario, aunque te pedimos que si lo que piensas escribir está cargado de prejuicio a causa de no haber vivido una experiencia similar a la nuestra... lo pienses dos veces.

Haremos todo lo posible para que tu comentario te sea respondido a la brevedad.

Muchas Gracias.

Lolita y El Profe