sábado, 28 de marzo de 2009

Como en casa

–Papi…
–¿Qué, mi amor?
–¿Viste que bien que la pasamos hoy en ese lugar?
–Ajá, shi.
–¿Te gustó?
–Mucho, mi vida. Me divertí como hace mucho, pero mucho tiempo que no me divertía...
–Yo también. Me encantó bañarme con vos en la pile...
–¿Sí?
–Sí. Y también jugar a la sirenita y el tiburón, aunque me quisieras sacar la bikini delante de la gente...
–Mhhh-hhh. Eso fue porque no quisite tirarte por el tobogán de agua después de hacerme caminar debajo del rayo del sol, y por despertarme de la siesta bajo los árboles porque se te metió en la cabeza que querías ir al tobogán de agua.
–Shí... gueno... Pero vos... vos... ¡vos no me quisiste acompañar!
–Pero si la que se quería tirar eras vos, Loli... ¡Ufa!
–Shi... Pero me dio cosita...
–¿Cosita? ¿Qué cosita? Si parecés una sirenita en el agua...
–Bueno, papi, pero es que, en ese momento no me quería mojar…
–¡Ay, Dios!
–¿Qué le pasa a Dios, Papi? ¿Por qué lo shamás?
–¡Ay que no sé si comerte o dejarte! –dijo, y se incorporó y empezó a besarme todo el cuerpo.
El momento fatal.
Que empiece a besarme todo el cuerpo, me pierde.
(…)
(…)
–Papi... –dije como veinte minutos después, cuando amainaron los temblores de mis muslos y dejó de latirme la pancita.
–¿Mhhh-hhh?
–¿Te gustó lo que me hiciste recién?
–¿Qué, mi vida?
–El “orgis”, Papi... Fue uno muy fuerte... ¡Vos sabés cómo hacerme unos “origs gigantes!
–Sí, mi amor, claro que me gustó –lo escuchaba cómo iba recobrando el ritmo de la respiración–. Mirá como me dejaste…
Estábamos tendidos boca arriba en la cama, con su cabeza recostada en mi pecho y yo entrelazaba mis dedos en su cabello, peinándolo después de haberle secado la transpiración.
Afuera, el sol comenzaba a declinar y la habitación ya se estaba quedando a oscuras.
–Bebi… –dijo de repente.
–¿Qué mi vida?
–¿Vos me querés mucho?
–Claro, mi cielo. Te amo mucho, con todo mi corazón.
–¿Musho, musho?
–Sí, musho, musho, musho-re.
–Pero ¿cuanto?
–Mucho, mucho, mucho como... ¡Mmm..! –me llevé un dedo a la frente, como si estuviera meditando seriamente la respuesta–. ¡AZÍ! –le contesté, abriendo los brazos, para que supiera que era mucho, mucho.
–Y... Lolis...
–¿Qué, mi vida?
–¿Hasta dónde?
–¿Hasta dónde qué, amor mío?
–¿Hasta dónde me querés?
–Mmmm... a ver... ¿Viste el horizonte?
–Shi.
–Bueno, hasta el horizonte... porque nunca se termina...
–Ah... ¿Hasta ahí?
–Sí... y más allá.
–Ah...
–Muaaaaa –cuando El Profe se pone así de tierno, me derrito.
–Y... ¿No es muy cerca el horizonte?
–Bueno, también te quiero más lejos...
–¿Zi? ¿Maz? –cuando me habla con la “z” o con la “sh”, me dan ganas de comérmelo a besos.
–Sí... ¿Viste el Universo?
–Mhhh-hhh...
–Bueno... ¿Viste que al fin del Universo hay una esquina?
–¿En zerio?
–Sí, claro... es la esquina antes que el Universo doble... Bueno, hasta ahí te quiero, hasta la esquina del universo.
–¡Uh! Eso es muy lejos, ¿no?
–Sí, mi viddddda.
–Ah... y... y tonzez, zi me queréz hazta ahí... ¿Vos me vas a cuidar siempre? –tengo que aclarar que a Papi, a veces suelen darle esos ataques de mimos crónicos. Confieso que a mí también.
–Sí, mi vida, siempre.
–¿Aunque sho… sho... sho sea muy viejito? –dijo, y se tapó los ojos con los puñitos cerrados, como avergonzado.
–Ajá –le dije, tomándole la cara con las dos manos y besándolo en los labios–. Y siempre te voy a despertar con besitos para que cuando abras los ojitos lo primero que veas sea lindo, y te voy a acariciar el pelo así…
–¡Qué nindo!
Lo besé en la frente y en el pelo.
Nos quedamos en silencio…
(…)
–Papi…
–¿Mhhhh-hhh?
–¿Qué te parece si nos levantamos y nos vestimos para salir? –le pregunté.
El Profe se incorporó, apoyándose sobre los codos y me miró, con esos ojitos perplejos de niño que tiene.
–¿Ahora? –preguntó–. ¿Por qué justo ahora?
–Es que, Papi... sho... sho... sho tengo mucha hambrecita. Vení, escuchá –le tomé la cabeza hasta que apoyó su oído en mi vientre–. Mirá cómo me haze ruido la pancita...
–Loli... –dijo, sin levantar su cabeza de ahí.
–¿Qué?
–Sho también tengo hambre –dijo, y se rió.
–Bueno… ¿Qué pinta? –le pregunté.
¡"Como en casa"! –dijimos los dos al mismo tiempo.


Media hora después, estábamos sentados en nuestra mesa preferida, esa que se ve al fondo, debajo de los tres cuadritos –la misma que usamos cada vez que íbamos a almorzar o a cenar–, zampándonos una mayonesa de atún, y esperando que nos trajeran nuestro rissotto con azafrán, pollo y arvejitas, El Profe tomándose su vinito preferido y sirviéndome mi Coca light con hielito cada vez que veía mi copa vacía.
Pintó “Como en casa”, nomás.

Lolita

Foto: by Lolita


12 comentarios:

  1. Ay, qué dulce sos Lolis!!!
    Me enternecen cuando hablan de amor, cuando decís que lo vas a cuidar, cuando se ponen mimosos.
    Me reí cuando leí la parte del tobogán, jaja.
    Besos a ambos!!!

    P.D: Lo hiciste hacer mucho ejercicio al profe, jaja.
    Besos hermosa!!

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  2. Ojala pudiera vivir todas esas cosas con mi bichiluz...pero no puedo.
    El siempre me escribe k me ama,y yo le contesto k LO AMO AL INFINITO Y MAS ALLA, 500000000000000000000000000000000000000 VUELTAS Y DE REGRESO...

    Oiga profe, usted k todo lo sabe..como le hago para k esta distancia no nos mate el amor k nos tenemos(ya los he de tener cansados con mi historia jeje, él vive en California, yo estoy en Mexico)y siento k esto cada dia me duele mas..

    Les mando un abrazo y sigan amandose mucho

    :)

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  3. Madrina Paula:
    Me-a-go-tó.
    ¿He sido claro?
    Pero vale aquello de que "sarna con gusto, no pica".
    Beso ahijado,

    LEVANIA
    No sé si su "Bichiluz" está en la Baja Carlifornia o en la de USA.
    No crea que para nosotros es fácil. Hay unos 750 km de distancia, entre Lolita y yo.
    Pero nos las ingeniamos.
    ¿Por qué?
    Porque el amor todo lo puede. Créame.
    Las hemos pasado de todos los colores, con Lolita.
    Y aún nos falta pasar algunas más, creo, aunque ahora no las tenemos todas en contra.
    ¿Qué puedo decirle? ¿Largue todo y váyase a The Sunny California?
    No.
    Si hay amor, ambos deben poner algo de su parte.
    Y no, muchacha, no nos tiene cansados, no sienta eso.
    Un abrazo para usted,

    El Profesor

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  4. Que linda sensación me causó leer su amor, yo sueño con uno así...

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  5. Son tan tiernos los dos hablando asi, me empalaga tanto amor jaja son muy dulces, que bueno que puedan disfrutar un amor asi, como dijeron antes yo tambien quiero un gordito a quien querer :( un saludo!

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  6. Hola, gracias por pasar a visitarme!
    Me puse al dia, lei lo de la piscina climatizada en verdin, el ombligo al aire por la remera pupera de Lolita, las vacaciones, los prejuiciosos, etc., todo.
    Lo de hoy es muy dulce, se nota el amor verdadero en ambos.
    Bueno, me pongo serio otra vez, sino quedo desvirtuado, ejem...
    Gracias y saludos a ambos!! ;)

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  7. En cada conversacion que leo de ustedes, puedo ver lo mucho que se quieren =)

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  8. Devolviendo visita y, como no tengo esos prejuicios que aparecen en la advertencia, comentario y saludos.
    Tengo prejuicios con los floggers (ya que estamos), pero no llego a la violencia física casi nunca.
    Beso.

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  9. El amor que se tienen es conmovedor...

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  10. Gracias a todos los que dejaron sus comentarios y expresaron sus opiniones.

    Besitos

    Lolita

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  11. Yo me he descubierto hablando en ese lenguaje que, no es de bebé ni del planeta de los "shalezitos ", sino la lengua en la que se habla cuando está totalemnte enamorado.

    Y sí, el amor produce esas cosas...

    Beshitos y abrashos para los dosh

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  12. UUHH!! pero que tirna entrada jajja.. me gusta cada vez mas su blog..
    abrazos,.

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