viernes, 10 de abril de 2009

Noche de pesadilla III

El teléfono celular sin crédito.
¿Habrá sido a consecuencia que Lolita se olvidó de avisarme que no tenía más crédito? O es que, de todos modos, iba a suceder lo que tenía que suceder?
Creo que, a esta altura de las circunstancias, el teléfono es sólo un símbolo de esa noche.
Como la cámara digital, que dejó de funcionar por tener las pilas agotadas, justo cuando tenía que sacarle fotos a Lolis, que bajaba hacia el escenario junto con sus compañeros, para entregar la banda argentina al próximo abanderado. ¡Y no le pude sacar ni una foto!

Un momento antes que comenzara el acto, apareció el papá de Loli que me miró y me hizo una mueca que quiso parecerse a un saludo. Lo comprendo, estaba al lado de la ex mujer, a la que hasta ese día, como todos, le tenía miedo.
Suele suceder, en las familias disfuncionales (y esto no es un juicio de valor sino un diagnóstico hecho por una profesional en el tema), que todos siguen un juego perverso aunque a veces se quieren salir de él, y no saben porqué lo juegan.
Como sea, en el momento de la entrega de los diplomas, la madre de Lolis bajó hasta la primera fila, haciendo aspaviento, sacándole fotos a su “hijita querida”, y aprovechó para cotillear con algunas de las monjas y las profesoras. Es su método: el secreto. Que ninguno sepa qué le dice a uno y qué al otro. Más viejo que el mundo, su método, aunque es sabido que un día todo sale a la luz. Hoy me pregunto si no fue esa calurosa noche del 11 de diciembre que yo, sin proponérmelo, fui el que lo puse sobre el tapete.
Loli me había dicho que la esperara afuera, que iba a saludar a sus padres y a su hermana menor (la mayor no apareció, como era de esperarse) y a despedirse de ellos, para después ir a cambiarnos y salir a nuestra cena de homenaje.
Si debo ser honesto, me hubiera gustado –aún a costa de tener que pagar yo la cena–, que esa noche Loli cenara no sólo conmigo, sino también con sus padres y sus hermanas. Pero, dada la situación (que hasta ese momento era más bien conflictiva y tirante), ni siquiera me animé a sugerirlo.
Tal como me lo pidió, la esperé a un costado del edificio y de pronto apareció. Venía apurada y la noté algo nerviosa.
–Vamos, Papi... –me dijo.
–Loli...
–Vamos, vamos...
Y fuimos. Caminamos por el parque circundante hasta encontrar un taxi, y me llamó la atención que Lolita se diera vuelta para mirar, como si la estuvieran siguiendo, en varias oportunidades.
–Loli... ¿estás segura que no hay problemas? –le pregunté, una vez que estuvimos dentro del taxi, rumbo al hotel.
–No, no tranquilo...
Entonces, otra vez, ese ramalazo de precognición, de sentir que algo olía a podrido en Dinamarca.
–¿Te pasa algo, Papi? –me preguntó.
–Sí, tengo un mal presentimiento. Espero que sea sólo una sensación
–le dije, y la miré.
–¿Qué? –me preguntó, rehuyendo la mirada.
–A vos también te pasa algo... –dije, y no estaba haciendo una pregunta.
–Sí –me contestó. Siento un poco de...
–¿Qué pasó, Loli? ¿Qué dijo tu mamá cuando le dijiste que ibas a cenar conmigo? –conste que pregunté por la opinión de la madre, porque el padre sabía que íbamos a irnos y si hubiera sido por él, no hubiera pasado nada. Aunque le había sugerido a Loli que de la ceremonia se fueran a la casa y recién ahí se vistiera y se encontrara conmigo. Pero Lolita, cuando se le mete algo entre ceja y ceja, no entiende razones.
–Nada... les dije que me iba... –estaba diciendo, cuando sonó el celular. Y es en este punto, donde cobra trascendencia la falta de crédito.
Era un mensaje de texto de la madre, que le preguntaba adónde se había metido.
(¡Ay, Dios! ¡Loli!)
–¿Qué hago, Papi? –me preguntó, mirando la pantallita.
–Decile la verdad, que vamos a cenar... ¿qué tiene de malo?
–Bueno... –dijo, y comenzó a mover los deditos en ese teclado liliputiense a velocidad sorprendente. Y, cuando lo quiso enviar... ¡Zas!
–¡Uyyy, noooooooooo! –dijo Lolis–. ¡Se me acabó el crédito!
–¡Loli! ¿Vos sabías que no tenías más crédito? ¿Por qué no me dijiste?
–hay veces que me dan ganas de ponerla sobre mis rodillas y darle cachetes en la cola.
–Me olvidé, Papi... ¡Uyyy, noooo! –otro mensaje.
Y otro.
“Está furiosa, la señora”, pensé.
–Adonde encuentre un kiosco, por favor, pare que tenemos que comprar algo... –le dije al taxista.
Pero como suele suceder en esas situaciones, no apareció ningún kiosco, hasta que no llegamos a la esquina del hotel, donde había uno.
Mientras tanto, los mensajes de texto entraban uno tras otro. Y si no fue así, a mí me parecía que entraban uno tras otro, sin intermedios.
Le di el dinero a Lolita para que comprara la tarjeta y le pagué al taxista, mientras ella cargaba los créditos. Justo cuando había terminado y estaba a punto de escribir un mensaje, volvió a sonar el celular.
Pero esta vez, era un llamado.
–Holaaaa –dijo Loli.
(...)
–Sí, acá... me voy a cambiar y me voy a cenar... él me invitó... No, no. Si papá sabía... No...
(...)
–Pero... ¿por qué me hablás así? ¿Qué te pasa?
–Loli, ¿que ocurre..?
–Shhh... No... Yo no dije que me iba a ir con ustedes... Ya me estropeaste la noche de la fiesta de graduación, por favor esta noche no hagas lo mismo... ¡Pero mamá! ¡MAMÁ!
–Loli, ¿qué ocurre? –insistí, y me hizo una seña para que me callara.
La verdad, hoy no me acuerdo con precisión, pero sé que en un momento quise que me diera el teléfono a mí, porque yo ya había hablado en una oportunidad con esa mujer y le había parado las patas. Sabía que a mí no iba a amedrentarme con gritos ni histeriqueos. Pero Loli no me pasó el teléfono. Creo, que me hizo escuchar lo que la loca gritaba del otro lado del teléfono y le dije que le contestara que iba a cenar conmigo y ya. Que no había nada de malo en ello.
–Mirá, hacé lo que quieras. Yo, me voy a cenar con él porque me invitó y no estoy haciendo nada malo...
Y cortó la comunicación.
–Loli... Decime qué pasa –me puse serio. Y cuando me pongo serio, Loli sabe que tiene que empezar a hacer buena letra.
–¡No sabés las cosas que me dijo!
–Pero Loli, si no me explicás no entiendo.
–¿Cómo puede hacer esto en esta noche? ¿No está conforme con haberme estropeado la noche de la fiesta?
–Loli, tranquilizate... dale, vamos al hotel y me contás...
Creo que batimos el record de velocidad en llegar al hotel, y cuando llegamos a la habitación, me senté en el borde de la cama, la atraje hacia mí, la senté sobre mis rodillas y le dije:
–Bueno ahora, contame qué te dijo...
Loli tenía los ojos llenos de lágrimas y cuando le puse la mano en el pecho, el corazón le latía muy fuerte. Estaba asustada.
–Me dijo... me dijo...
–Tranquila, Loli. Tranquilizate, ordená las ideas y contame, ¿sí? Todo tiene solución... dale...
–Bueno, mientras me cambio te cuento –me dijo, un momento después, cuando se serenó.
Se paró y fue hasta el placard donde tenía su ropa colgada en una percha y la sacó.
–¿Viste que me mandó varios mensajes?
–Sí, ¿qué decían?
–Primero me preguntó adónde me había metido... Después me dijo que por qué me había ido, que me estaban esperando en la puerta. Después me escribió que...
Estaba en eso de enumerarme todo lo que la madre le había escrito, y a punto de contarme lo que le había dicho, cuando la interrumpió el “¡Ring ring ring!” del teléfono interno de la habitación.
Le hice una seña de que se quedara donde estaba y atendí yo.
–Dígame –atendí de la forma en que me sale cuando algo me pone de pésimo humor.
–Señor... perdone, pero acá hay una señora... Mengana... que pregunta por usted –sonaba nerviosa, la voz del encargado de la conserjería.
–Ya bajo –dije.
–¿Qué pasa, Papi? –preguntó Lolita, y se puso blanca como una hoja de papel.
–Está tu madre abajo, en la recepción... –contesté.
–¡Uyyy, noooooooo! –dijo ella.
–¡Uy, sí! –le contesté–. Vos quedate acá, que yo bajo.
Me di vuelta para abrir la puerta, cuando Lolita dijo:
–No, Papi. Yo bajo con vos.
–Loli, quedate acá...
–No. Estamos juntos en esto. En las buenas y en las malas... Yo, bajo con vos.
Bajamos juntos, a enfrentar lo que fuera que nos esperaba.

El Profesor

22 comentarios:

  1. Caramba Profe, qué fea situación!!!
    Y hermosa la actitud de ambos: usted por querer hacerse cargo de la situación, solo; y Lolis por acompañarlo.
    Es verdad, estaban juntos, y así los tenía que ver esa bruja (con respeto, por Lolis, pero me salió así).
    Quedé con ganas de saber qué pasó(??????)

    Un beso a ambos.
    La madrina!!

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  2. Se está poniendo buena la historia... digo, desde el punto de vista del lector, porque para ustedes me imagino que fue de terror!

    Besos y espero la siguiente entrega

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  3. oooohhhh!!!! Que paso?nos leemos felices pascuas

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  4. ufff la doñaaa...que densa hace rato q no hablamos lolisssssssss se te extraña, estoy tapadisima con la facu y con el trabajo ahora q pase semana santa estare mas disponibleeee, besitos.

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  5. Cómo sigue la historia. Me has dejado intrigada.
    Saludos desde La ventana de los sueños, blog literario.

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  6. Ufff me quede con las ganas, espero que pronto sigas contando lo que paso,y que todo se arreglara al final, como dices no ahí mal que por bien no venga,la verdad estoy tan enganchada a los dos blogs que a veces se me pasan las horas y no me da tiempo a dejar ningún mensaje,en fin espero el final de esta historia y comienzo de otras.

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  7. Q situacion tan dificil...pero q bueno q pudieron enfrentar a la Sra. esa los 2 juntos.

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  8. LEVANIA:
    Ahh... espere y verá. Aún falta lo peor...

    Paulita (nuestra querida madrina):
    Si, eso es lo bueno que tenemos, que no nos abandonamos en los peores momentos.
    Ya verá que pasó. Lo que sigue no es nada grato... pero por suerte quedó en el pasado ahora.
    Y no te hagas dramas... sé espontánea, expresá tus pensamientos libremente... aunque la que ligue feo sea mi vieja...
    Jajajaja!

    Memé:
    Así es. Nosotros lo sufrimos, pero hoy no es más que una anecdota... que podemos compartir con ustedes.

    Jorge Martín:
    La historia continuará. Gracias por leernos, amigo, y por sus deseos. Felices Pascuas para usted también.

    Cherry:
    ¡Amiguita! Yo también te extrañaba pero imaginaba que estabas ocupada y con la cabeza y el corazón por otros lados... jeje!

    Anabel Botella:
    Mañana extinguirás esa intriga, amiguita de la ventana de los sueños.

    Euphrasie:
    Gracias por leernos. Es un placer para nosotros leer un comentario así.
    Si, mañana seguiremos con esta historia un tanto difícil...


    Besos a todos


    Lolita

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  9. Uy! No me esperaba esto...y ahora? Tan dificil es dejar ser feliz a una hija? No entiendo.

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  10. Ay or favor que fastidio esa mujer, tanto va a querer arruinar todo por dios, quiiiiiero saber que pasaaaaaaaaaaaa!

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  11. Siempre alguien quiere arruinar la fiesta, y nos duele mucho cuando es alguien tan cercano.
    Besos y espero la continuación.

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  12. AYYYY NOOOOOOOO!!!.. QUE SUSTOOO!!.. me identifico demasiado he estado en mismas condiciones..y lo peor es q me dan ganas de vomitar cuando estoy tan asustada...ufff que miedo tengo jajaja...y eso q es por escrito!..si fuera un corte de una pelicula estuviera gritando y arañando algo..o a alguien jaja!

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  13. Lolita Nũhàizi Zâo!
    Òu! Yo entiende que vo dice: vo Nũhàizi, muchio joven y Hăokàn.
    Profeso, Lăoshī, Yŏuyìsī, mucho interesante hombre.
    Vo muchio respeto a él. Shì a!
    China eso muchio fácil. Muchio Lăoshī, muchio año con Nũhàizi, poco año. Nadie asusta.
    China, ma mejo hombre, tene muchio año. Hén hăo!
    ¿Ma Ma de vo no quere Lăoshī?
    Ella muchio Bú dui, equivocado. Bù hăo!
    ¿Vo sabe Zōngguó Wèn?
    Vo, muchio sabe. Sabe todo.
    Xiéxie - I Tzan

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  14. Crazygirl:
    Si, por suerte nos teníamos el uno al otro para enfrentar a la señora...

    Yemina M.:
    Es lo que suecedió. Para mi mamá la felicidad no es verme feliz con mi hombre... en realidad nunca supe que concepto tiene ella de la felicidad...

    Srita Amor:
    Como vos lo afirmaste: mi madre es un fastidio, siempre queriendo intervenir...

    Cris:
    A mí no sólo me arruinó esta fiesta sino también la de graduación, que estuvo antes que el acto. Fue una de las mayores desiluciones de mi vida. Ahora ya no sé que quiere arruinar... con ella, nunca se sabe.

    Za!dm!:
    Uy!!! No sabía que lo tuyo era tan exagerado!
    Entonces cuando leas lo que sigue, tené la precaución de haberte tomado la pastillita para los ataques, ¿si?
    Je.

    Wáng Zháo:
    Qué bueno que comprendió mi explicación!
    Si, mi profe es un hombre muy interesante... por eso lo amo tanto.


    Besitos y mis saludos a todos los que dejaron sus comentarios.


    Lolita

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  15. EN TU PUTA VIDA TENDRÁS UNA LOLITA COMO TÚ QUISIERAS Y NOS QUIERES DAR. AHORA BIEN,BUENO ES CON LA MENTE DISFRUTAR.
    ALGUNA VEZ TE HE SENTIDO. SOLO ALGUNA.
    LAS DEMÁS NO, HAN SIDO TUS PAJOTES PASSADOS.
    AHORA SÉ QUE NO ME VAS A PONER MI COMENTARIO.
    ME SUDA LA POLLA.

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  16. Profe para mi que su suegra tiene un problema de celos (o de calentura irresuelta).

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  17. Profe, su suegra sufre de celos (o de incontinencia de calentura).
    Postee antes pero no salio mi comment, besos chicos.

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  18. Ya sé que lo que diga en este comentario no va a modificar nada, pero... y el crédito de emergencia o S.O.S???
    Afrontar los problemas juntos sin duda hace más llevadero el problema, por más grande que este sea...
    Saludos chicos, muy felices Pascuass (y si no son creyentes, feliz mini-semana de vaciones)
    :)

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  19. hatoros:
    Si dejamos su comentario fuera de lugar, soez y agresivo, es sólo como una muestra de los que recibimos y que nos hicieron pensar que debíamos hacer una encuesta.
    Sí debo decirle que a partir de este momento, cualquier comentario suyo será borrado antes de aparecer.
    Lo siento, pero me parece que no sabe usted convivir con sus semejantes y, así como es acá, debe ser en su vida privada, tal como se puede comprobar echándole una ojeada a eso que tiene usted por blog.

    Violeta:
    Con Lolita comentamos, hace un rato, cuán perceptiva es usted.
    Cuando lea la cuarta parte, se dará cuenta hasta qué punto está usted en lo cierto. Y no digo todo lo que creo que le pasa a esta mujer, porque no tengo título habilitante en psiquiatría.

    Clari:
    Cuando Loli se olvida de cargar el celular, se olvida que se gastó hasta el crédito SOS. De hecho, esa noche lo quiso usar, y no pudo.
    Si no vuelve a leernos antes del domingo, ¡Felices Pascuas para usted!

    Gracias a todos por sus comentarios.

    El Profesor

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  20. Dios, que sí conozco gente perversa en ese mismo sentido. Soporté una así, pareja de mi padre por 18 años.

    Que alarde de control y velocidad mental debe tener uno para enfrentar a semejantes personajes.

    Me ha picado fuerte la curiosidad por conocer el epílogo de semejante situación.

    Mis respetos

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  21. Legion:
    Eso mismo: autocontrol, velocidad mental y capacidad de reacción es lo que se necesita para hacerles frente.
    El epílogo, lo tendrá esta noche después de las 24.
    Gracias por su comentario,

    El Profesor

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Lolita y El Profe